Política

De la tienda de campaña a las elecciones europeas

Cuatro de los jóvenes aragoneses que han acampado en el campus de la Universidad como muestra de solidaridad con el pueblo palestino van en la listas electorales del partido Corriente Revolucionaria de los Trabajadores 

"La juventud, las mujeres y la clase trabajadora nos merecemos otro futuro diferente a esta distopía capitalista", aseguran los candidatos

Jorge Remacha y Susana Pena, en el campus San Francisco

Jorge Remacha y Susana Pena, en el campus San Francisco / Jaime Galindo

Arturo Pola

Arturo Pola

Hasta este viernes ha durado la acampada pro Palestina que durante semanas se ha hecho notar en el campus de la Universidad de Zaragoza, pero la lucha de los estudiantes aragoneses «no ha hecho más que comenzar». Fruto de ella, están cogiendo fuerza diferentes movimientos reivindicativos que quiere, además de salir a la calle, entrar en los despachos donde se toman las decisiones para que la sociedad cambie.

Tanto es así que cuatro de los jóvenes de la comunidad se van a presentar como candidatos de la CRT (Corriente Revolucionaria de los Trabajadores) a las elecciones europeas, aunque aseguran que la decisión estaba tomada de antes. Ellos son Jorge Remacha, Susana Pena, Iñaki García y Ana Aparicio. «La juventud, las mujeres y la clase trabajadora nos merecemos otro futuro, diferente a esta distopía capitalista», aseguran los aragoneses, que recalcan que la lista de la CRT (liderada a nivel nacional por Pablo Castilla) está constituida en un 60% por menores de 27 años.

«Europa está al servicio del capital y es cómplice del genocidio en Palestina»

Mucho se ha escuchado en sus protestas el grito de ‘Europa Asesina’ y ahora quieren que en esta campaña se escuche «una voz diferente». «La Unión Europea está al servicio del capital, de las multinacionales y de las grandes fortunas, además de ser cómplices del genocidio en Palestina. Queremos acabar con ese sistema capitalista y generador de guerras», manifiestan. Por ello, si obtuvieran representación al parlamento, al que definen como «una cueva en la que operan todo tipo de lobistas y grandes empresas», lo primero que harían «sería proponer la ruptura inmediata de la UE con el Estado de Israel y el embargo de armas, así como poner fin al rearme imperialista y frenar a la ultraderecha». Aunque los aragoneses de la CRT no olvidan los problemas más cercanos, como la vivienda: «Es hora de expropiar las viviendas vacías en manos de bancos y fondos de inversión, para que la vivienda sea un derecho para todos, no el privilegio de unos pocos».

Voz diferente

Aunque ilusionados, no creen que su momento vaya a llegar en estas elecciones. «Sabemos que el resultado será modesto, pero por lo menos se va a escuchar nuestra voz», reflexionan los aragoneses, que piden el voto para «jóvenes anticapitalistas que están en la primera línea de las luchas y que experimentan todos los días la realidad de una juventud precaria en vez de para políticos profesionales».

Aunque los aragoneses de la CRT quieren dejar claro que los movimientos de la acampada por Palestina y su inclusión en las listas europeas por la CRT son «cosas distintas», lo cierto es que los jóvenes de la comunidad se muestran satisfechos con cómo han ido estos días de protesta: «No es que a los rectores les haya dado un ataque de humanismo, sino que es el resultado de un movimiento estudiantil que ha dicho basta. Mayoral ha pasado de decir en poco más de dos semanas que los acuerdos no podían romperse a anunciar públicamente que finalizaban dos de ellos», dicen los de CRT.

«Sabemos que el resultado será modesto, pero al menos se escuchará una voz diferente»

Mirando más hacia la tierra, los jóvenes aragoneses denuncian que el nuevo Ejecutivo «se ha puesto como objetivo avanzar en su agenda reaccionaria, ataca a los centros sociales y recortar los derechos del colectivo LGTBI». Y la solución no está en la tradicional izquierda (PSOE, Podemos y Sumar), hace falta un giro más brusco: «La última vez que gobernaron terminaron haciéndolo para los mismos intereses de siempre».