El sector industrial

El automóvil aragonés hace piña frente a la guerra de costes y la competencia ‘low cost’

Empresas, sindicatos y Ejecutivo autonómico impulsan un observatorio del sector para abordar los retos y las amenazas del salto al coche eléctricos y la presión de los fabricantes chinos y marroquíes

Los representantes de empresas, sindicatos y DGA en la presentación del Observatorio Aragonés de la Automoción.

Los representantes de empresas, sindicatos y DGA en la presentación del Observatorio Aragonés de la Automoción. / EL PERIÓDICO

Empresas, instituciones y agentes sociales de Aragón caminan de la mano para afrontar los retos y amenazas que acechan a la industria del automóvil, columna vertebral de la economía y empleo de la comunidad. Con este objetivo, se ha creado el Observatorio Aragonés del Sector Automoción. La iniciativa llega en unmomento turbulento y complejo para el sector en una transición hacia la movilidad eléctrica que está plagada de oportunidades y riesgos.

Entre estos últimos preocupa la presión de los fabricantes chinos o el emergente polo de producción del norte de África, competidores low cost que pueden poner en apuros al tejido local, que está obligado a seguir reinventándose e invertiendo en innovación, tecnología y talento para no perder comba, según coinciden en señalar patronales y sindicatos.

En este contexto, el grupo Stellantis, sobre el que pivota gran parte del sector del automóvil en Aragón, aprieta a las empresas para que abarate sus costes y bajen los precios de cara a las adjudicaciones de piezas vinculadas a la nueva plataforma productiva STLA Small, que prevé instalarse en la planta de Figueruelas. «Va a ser un periodo de tensiones en las negociaciones de los nuevos contratos», reconoce fuentes del tejido proveedor.

La posición de partida de Aragón es sólida, con una industria auxiliar robusta y consolidada que, por el momento, está saliendo bien parada del proceso de reasignación de pedidos del grupo liderado por Carlos Tavares. Prueba de ello es el contrato logrado por Adient Alagón para los asientes de cuatros modelos de las factorías de Zaragoza y Vigo. No ocurre lo mismo entre las proveedoras gallegas de Stellantis, donde cunde la preocupación tras la pérdida de varias adjudicaciones importantes. 

En cualquier caso, el automóvil aragonés prefiere no cantar victoria y advierte de que pueden venir reveses en el futuro. Anticiparse al futuro y prepararse para afrontar posibles crisis es precisamente uno de los objetivos que persigue el observatorio del sector presentado este viernes en el Patio de la Infanta de Ibercaja. 

Sortear las amenazas

Este singular espacio acogió la primera reunión de trabajo de este foro, que ha sido promovido por el Clúster de Automoción y Movilidad de Aragón (CAAR) y la Federación de Empresas del Metal de Zaragoza (FEMZ). La cita contó con la participación del presidente de Aragón, Jorge Azcón;y la vicepresidenta y consejera de Economía, Industria y Empleo, Mar Vaquero; los secretario generales de UGT y CCOO en la comunidad, José Juan Arcéiz y Manuel Pina, respectivamente.

«Las marcas tienen que sacar vehículos competitivos y en ese juego habrá cambios de ruta, localizaciones y deslocalizaciones», advirtió Benito Tesier, presidente del Caar y la FEMZ, quien confió en sortear las amenazas como se han logrado en ciclos anteriores ante, por ejemplo, los fabricante coreanos. A juicio, los proveedores aragoneses están haciendo los deberes, con inversiones por valor de 800 millones de euros en los cinco últimos años, de los que 100 se han cubierto con ayudas públicas. 

Por su parte, José Juan Arcéiz (UGT) quitó hierro a la caída de la producción prevista en Stellantis Figueruelas esta veranos por la marcha de los modelos Aircross y Crossland. «El mundo no se acaba en julio. Afortunadamente tenemos unos proveedores que están diversificados», señaló, al tiempo que animó a las empresas a invertir en tecnología para no quedarse atrás en la transformación del sector.

En esa línea, Pina reivindicó la industria como la base principal de la economía aragonesa y la unidad para trazar el futuro ante la transformación digital y energética del sector, acelerada tras la pandemia con los fondos europeos. En este sentido, abogó por la innovación y la investigación que den a Aragón «un hecho diferencial tecnológico y de calidad», también en el empleo. n