El Consejo de Ministros autorizó ayer al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) la disposición de un contrato para la ejecución de diversas operaciones de conservación y explotación en carreteras del Estado de la provincia de Huesca. El contrato cuenta con un valor estimado de 31,08 millones de euros y una duración de 3 años, con posibilidad de prórroga por otros 2 años más.

El plan se enmarca en el programa de conservación y explotación de carreteras del Mitma, que permite mantener la vialidad en la Red de Carreteras del Estado para que sea accesible en adecuadas condiciones para todos los ciudadanos.

El sector asignado, en concreto, es el nº3, que incluye las siguientes carreteras: la N-240, de Tarragona a San Sebastián y Bilbao; la N-330, de Alicante a Francia pasando por Zaragoza; la autovía A-22, que es la de Lérida a Huesca; y la A-23, que es la autovía mudéjar que atraviesa también parte de la comunidad.

El nuevo modelo de contratos de servicios para la ejecución de operaciones de conservación y explotación en las carreteras persigue ofrecer un servicio integral de movilidad al usuario, mejorar el estado de la carretera y de la red, así como optimizar los recursos públicos. A través de ellos, se realizan trabajos de ayuda a la vialidad y conservación ordinaria de las vías, para permitir que tanto la carretera como sus elementos funcionales dispongan de las mejores condiciones de vialidad y seguridad posibles, incluyendo actuaciones como vigilancia y atención a accidentes e incidentes, vialidad invernal o servicio de control de túneles.

También incluye comunicaciones, mantenimiento de instalaciones, establecimiento de inventarios y reconocimiento del estado de la vía, agenda de información, ayuda a explotación y estudios de seguridad vial y mantenimiento de los elementos de la carretera con adecuados niveles de calidad. Con este nuevo modelo se refuerza la orientación hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible con los que está comprometido el ministerio.