HOYA DE HUESCA

Huesca explora tres vías para poner fin a la huelga en la limpieza

La municipalización del servicio y la entrada de Grhusa son las dos nuevas alternativas

Los edificios públicos ya empiezan a sufrir las consecuencias de estar casi dos semanas sin limpieza.

Los edificios públicos ya empiezan a sufrir las consecuencias de estar casi dos semanas sin limpieza. / EL PERIÓDICO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Este sábado se cumplen quince días desde que las trabajadoras de la limpieza de la provincia de Huesca declararon su huelga indefinida. Un conflicto laboral que se debe a la no renovación de un convenio colectivo –el último texto es de diciembre de 2017, convirtiendo a Huesca en la provincia con el convenio más antiguo del país– y que mantiene a los trabajadores del sector con sueldos «muy alejados» del actual Salario Mínimo Interprofesional, fijado en 1.000 euros brutos mensuales. Una situación que afecta a todas aquellas empresas que tienen subcontratado este servicio y a varios organismos públicos, entre los que destacan la Diputación de Huesca y el ayuntamiento de la capital oscense. 

La reunión a tres bandas entre la administración pública, los representantes sindicales y la patronal dejó tres opciones sobre la mesa para intentar poner fin al conflicto. Un encuentro que desde UGT «celebran, porque siempre es importante que se tome esta iniciativa por parte de la administración pública». 

La primera anima a que empresa y trabajadores lleguen a un acuerdo pero, según afirman desde CCOO y UGT «las posiciones no se han movido y no hay ningún contacto próximo planeado». Los sindicatos esperan a un movimiento de la patronal, «que es la que no da garantías de solucionar la situación». 

Los sindicatos han asegurado sentirse «respaldados» y confían en que la situación «de sus frutos»: «Caminamos por buena dirección, tenemos la respuesta de todo el colectivo y la duración de la huelga va a depender de los próximos movimientos que haga la patronal». 

Por contra, desde la Asociación de Empresas de limpiezas de edificios y locales de Huesca han reiterado, a través de un comunicado, su «disposición al diálogo». La patronal ha recordado que la reunión en el SAMA con los representantes de los trabajadores concluyó con «un calendario de cinco reuniones y una cláusula que garantizaba el cobro del SMI a todas las trabajadoras del sector». 

Sobre la subida hasta el salario mínimo, los sindicatos han asegurado que este aumento del sueldo vendría «por quitar los complementos de antigüedad y transporte a las trabajadoras que llevan más tiempo en el sector». 

Ante las dificultades para llegar a un acuerdo relativamente temprano por parte de los sindicatos y la patronal, las otras dos vías exploradas por las instituciones públicas incluyen la posibilidad de que una empresa se haga cargo de esta situación, mientras la DPH redacta un nuevo pliego; o incluso la municipalización completa del servicio. 

La última invitada al conflicto es Grhusa, empresa de limpieza viaria que tiene firmados contratos tanto con el Ayuntamiento de Huesca como con la DPH y que ya es la segunda de las opciones presentadas para la negociación. Desde la empresa oscense aseguran haber recibido «una carta» con un primer acercamiento de la institución provincial. La misiva, firmada por el presidente provincial, aseguraba que era de «interés de esta presidencia analizar posibles alternativas para la prestación del servicio de limpieza», así como rogaba a Grhusa que «se analice la posibilidad legal para ello, indicando los pasos que pudieran ser precisos toda vez que esta Diputación provincial debe proceder próximamente a la licitación del nuevo contrato». 

«Es una propuesta interesante y es todo un orgullo, pero hay que estudiar todos los términos y las condiciones», han señalado desde el seno de Grhusa. El estudio de esta posible alianza ya se está llevando a cabo pero desde la contrata de limpieza han advertido que «todavía es muy pronto para sacar conclusiones y tenemos que estudiar cómo encajarían las actuales trabajadoras en el caso de que finalmente se lleve a cabo este proceso». 

Una segunda vía que no desagrada a los sindicatos, que mantienen la exigencia. «Nos preocupa que se garanticen todos los puestos y creemos que la administración debería llegar por sí sola», comentaron desde CCOO. UGT mantiene una línea similar y aseguró que es «cuestión de voluntad» poder mantener el mismo número de empleos. 

La última de las opciones sobre la mesa es la remunicipalización del servicio de limpieza, lo que haría que fueran directamente las administraciones públicas quienes se hicieran cargo de la gestión del servicio. De nuevo, como en el caso de Grhusa, el principal objetivo para los dos sindicatos mayoritarios es «asegurar», durante el hipotético proceso, «todos los puestos de trabajo que existen en la actualidad».