BORRASCA CIARÁN

La borrasca Ciarán deja teñido de blanco el Pirineo

Esta madrugada de viernes han caído la primera nieve copiosa en las pistas altoaragonesas

El Periódico de Aragón

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Casi con precisión milimétrica respecto a hace un año, este viernes ha caído la primera nevada copiosa en el Pirineo de Aragón. La casualidad ha querido que la temporada pasada también ocurriera lo mismo en estas mismas fechas. En ese caso fue un día más tarde, el 4 de noviembre, cuando el manto blanco cubrió las pistas altoaragonesas de Candanchú, Astún o Formigal.

Una precipitación consecuencia del paso de la borrasca Ciarán por la comunidad aragonesa que llena la esperanza de las estaciones de esquí después de una pasada temporada con altibajos fruto de la ausencia de nevadas copiosas que alejaron a los usuarios durante varias semanas tras la apertura. El caso más paradigmático del año atípico fueron los complejos turolenses de Valdelinares y Javalambre, que apenas abrieron dos meses.

"El día de hoy ha amanecido con nieve fresca, creando una atmósfera más propia del invierno que del otoño", ha subrayado en un comunicado Aramón, poniendo en valor la importancia de esta primera nevada: "No solamente deja un paisaje con el que nos entran aún más ganas de esquiar, sino que también juega un papel crucial al permitir que el terreno se enfríe rápidamente para las próximas nieves".

El inicio de la temporada 2023/24 está previsto para el 1 de diciembre en el caso de las pistas de Aramón, mientras que Astún-Candanchú todavía no tiene fecha confirmada a día de hoy.