María Abizanda: "He tenido la suerte de encontrar canales para desarrollar lo que me apasiona"

La filóloga barbastrense ha sido una de las diez personas con titulación superior en España receptoras de prestigiosa beca Fullbright 2024/25

María Abizanda

María Abizanda / Miguel Ángel Gracia

María Abizanda (Barbastro, 1999) ha sido una de las diez personas con titulación superior en España receptoras de prestigiosa la beca Fullbright 2024/25. Un programa del Gobierno de EEUU, con cerca de ochenta años de historia, que busca el intercambio de talentos tanto estadounidenses como de los 160 países miembros, entre los que se encuentra España. Licenciada en Filología Inglesa, Abizanda apuesta por la inversión pública, desde la educación básica, para el desarrollo del talento, así como por la interdisciplinariedad como forma de abordar el conocimiento y los retos de la sociedad digital. La profesora universitaria insta a las instituciones a incrementar la financiación de las disciplinas de humanidades, mejor equipadas, comenta, para en los debates éticos resultantes de la entrada en la cuarta revolución industrial, y también a mejorar las infraestructuras aragonesas como medio de vertebración del territorio.

"El Latín y el Griego están volando de los institutos porque no dan las cuotas, pero estudiarlos aporta solidez formativa, amuebla la cabeza"

La filóloga oscense es doctoranda y docente en el departamento de Filología Inglesa en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza. Gracias a la beca Fullbright, realizará una estancia de seis meses en la Universidad de California, Riverside, en EE.UU, para realizar una investigación sobre los retos de la sociedad digital desde la óptica de las humanidades y la literatura. Estudiará, así, las consecuencias sociales y éticas de las tecnologías de la cuarta revolución industrial, y para ello tomará como referencia las obras de ficción especulativa estadounidense ‘The body scout’, de Lincoln Michel, y ‘Six wakes’, de Mur Lafferty. Tal y como explica, la literatura funciona como “uno de los principales vehículos por los que socialmente se difunden estos temas. Por ejemplo, siempre que hablamos de tecnología en los medios hablamos de ‘Frankenstein’, de ‘1984’, o de ‘Un mundo feliz’. Es el gran imaginario colectivo a través del cual negociamos este avance, por eso escogemos la literatura como medio para estudiarlo”.

Nombre: María Abizanda.

Formación: licenciada en Filología Inglesa.

Cargo: profesora universitaria.

Lugar de nacimiento y año: Barbastro, 1999.

Trayectoria: María Abizanza es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Zaragoza, donde realiza sus estudios de doctorado e imparte clases de literatura norteamericana del siglo XX e historia y cultura de EEUU. Ha recibido una beca Fullbright para el desarrollo de su estudio sobre las consecuencias sociales y éticas de las tecnologías de la cuarta revolución industrial a través de la literatura norteamericana.

En la Universidad de Zaragoza, Abizanda trabaja en un grupo de investigación que aborda el tratamiento del humanismo en la narrativa de las novelas norteamericanas contemporáneas. “Nosotros partimos de la idea de que toda la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial, como la biotecnología, la ingeniería genética o las redes sociales, provoca que el paradigma clásico del humanismo, el ser humano como centro, no se aplique, porque estamos entrelazados con la tecnología. Tenemos que empezar a pensar en el posthumanismo. Esto trae una serie de complicaciones tanto éticas como sociales”, explica.

Apuesta pública por la educación

María Abizanda reconoce que su talento, premiado con la beca Fullbright, se ha podido desarrollar gracias la inversión pública. “He tenido mucha suerte, porque he encontrado canales para desarrollar lo que a mí me apasiona desde pequeña, la literatura. He podido recibir una formación buena, rigurosa y profunda en humanidades y literatura a través de la educación pública: en Bachillerato pude estudiar bachillerato de humanidades, desde niña pude leer mucho en la biblioteca municipal de Barbastro, en la universidad he recibido una formación muy rigurosa que me ha permitido dar solidez a la pasión que yo tenía, y canalizarla. También he tenido mucha suerte con proyecto de investigación y mi directora de tesis, Sonia Baelo Allué”, explica. Por ello, la filóloga pide financiación para las humanidades, así como para las infraestructuras aragonesas, como comunicaciones o internet, y en “la educación de base. Por ejemplo, en la educación secundaria están volando de la mitad de los institutos el latín y el griego porque no dan las cuotas. Igual no hay muchos alumnos que lo vayan a estudiar, pero te aporta solidez formativa, te amuebla la cabeza”, argumenta.

"En las disciplinas de humanidades se investigan cuestiones con muchísima relevancia social, pero no se les da visibilidad"

Una formación necesaria para el desarrollo de un talento aragonés que considera “potentísimo. Cada día me maravillo de la gente potentísima que tenemos, inteligente, valiosa, en ámbitos culturales, políticos, sociales, gente vivaz, que se mueve”, como sus “profesores de la carrera, que ahora son mis compañeros, y que fueron ídolos. Es una pena que no se conozca tanto, el departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Zaragoza es de los más potentes a nivel nacional”, apunta. Una consideración que también realiza sobre “Filología Hispánica, Historia del Arte, Geografía… tengo compañeras desarrollando una investigación con una transferencia social superfuerte, cuestiones que tienen muchísima relevancia social, pero que no se les da visibilidad”, se lamenta. En este sentido, Abizanda, que cursó parte de sus estudios en Escocia en el marco del programa Erasmus, considera que “nos infravaloramos muchísimo. Compañeros que han salido a trabajar al extranjero han vuelto con la misma sensación, de que estamos mejor preparados de lo que nos permitimos creer. En la Universidad de Zaragoza salimos muy bien preparados”, afirma.

Interdisciplinariedad como riqueza

La profesora oscense considera necesaria la intervención de su área de conocimiento en los debates sobre la sociedad digital, que requieren, en su opinión, de “interdisciplinariedad radical. Las disciplinas de humanidades estamos mucho mejor equipadas para reflexionar sobre temas éticos, más sociales, más unidos a lo humano. Es importantísimo que todas las disciplinas confluyamos”, aporta, al tiempo que aconseja a los futuros talentos en su campo que busquen “algo que te apasione. También buscar una red de apoyo, tanto de mentores como de iguales. Yo creo que es muy importante encontrar un colectivo en el que te puedas sentir apoyado”, comenta.