La opinión de Esther Borao | Remando juntos hacia un modelo colaborativo de prosperidad

Hace unas semanas hablaba con un empresario y me decía. ¿sabes cuál es la razón por la que estoy aquí (en Zaragoza), en lugar de estar en otras ciudades que serían más rentables? Por el talento.

Y a la par, una investigadora me decía, ¿sabes por qué estoy fuera investigando y no volvería? Porque no tiene nada que ver la carrera investigadora en algunos países europeos con España. Estamos a años luz.

 Estas dos reflexiones me hacían pensar varias cosas que necesitamos en Aragón para desarrollar nuestro ecosistema de innovación:

  • 1.   Proyectos que atraigan talento y oportunidades.
  • 2.   Mejorar nuestra cuádruple hélice.
  • 3.   Inconformistas con actitud.

 El primer punto es clave para posicionarnos en el mapa. Aragón ya tiene mucho que visibilizar, pero para que sigamos en el buen camino es necesario por un lado, crear más relaciones en todo el ecosistema mejorando la cuádruple hélice y por otro, apoyar a las mentes inquietas y los inconformistas.

La cuádruple hélice

La cuádruple hélice se refiere a la interacción entre la academia, las empresas, el gobierno y la sociedad civil. Un concepto que representa un enfoque colaborativo hacia la innovación y el desarrollo económico. Esta teoría evoluciona del modelo de triple hélice, añadiendo un cuarto elemento crucial: la comunidad o sociedad civil, donde cobra importancia la participación ciudadana en el proceso de innovación.

Trabajando dentro del marco de la cuádruple hélice, es posible crear un ecosistema que desarrolle mucho más el talento, gracias a las relaciones que surgen entre los distintos agentes y las oportunidades que se generan.

Pero esto no va solo de atraer, cuidar o desarrollar el talento, sino también de que aparezcan más inconformistas y emprendedores que impulsen la innovación y el progreso.

La capacidad de cuestionar el status quo y de abrazar el riesgo es fundamental para la innovación y el emprendimiento. Los inconformistas y emprendedores son agentes de cambio que desafían las normas establecidas y proponen soluciones creativas a problemas complejos.

Los inconformistas y emprendedores son agentes de cambio que desafían las normas establecidas

Para fomentar esta mentalidad, es necesario que el ecosistema de la cuádruple hélice propicie espacios seguros para la experimentación y el “fracaso” o aprendizaje. Esto implica desde políticas educativas que estimulen el pensamiento crítico y la resiliencia, hasta la creación de programas de incubación y aceleración de empresas que apoyen a los emprendedores. La colaboración entre los diferentes actores de la hélice puede acelerar el desarrollo de una cultura emprendedora, permitiendo que surjan nuevas empresas y, con ellas, innovaciones que pueden transformar industrias enteras.

Así que deberíamos pararnos a pensar, por un momento, en cuáles fueron las condiciones para que comenzaran empresas como ahora son Fersa, Arpa o Teltronic, o en cómo encontrar e impulsar a esos inconformistas que un día decidieron “saltar” al vacío.

En esta nueva era del conocimiento, los datos y la Inteligencia Artificial, necesitamos de un nuevo enfoque colaborativo y multidisciplinar, tal como el que propone el modelo de la cuádruple hélice, para que nos ayude a desarrollar el ecosistema aragonés.

¿Podremos llegar a ese modelo colaborativo que posibilite la innovación en toda la región, que impulse líderes y que atraiga y cuide el talento, a la vez que crea mayor calidad de vida para todos?

Sólo remando juntos.