Carlos López Otín, la jubilación forzosa del Rafa Nadal de la ciencia

El catedrático de Bioquímica ha buscado cobijo en París, donde sigue investigando pero alejado de los focos y de la atención mediática

Carlos López Otin

Carlos López Otin

El científico aragonés Alberto Jiménez Schumacher se deshace en elogios al referirse al catedrático de Bioquímica Carlos López Otín (Sabiñánigo, 1958), a quien profesa tal admiración que lo califica como el "Rafa Nadal de la ciencia". Otín se declara en estos momentos "a dieta" de exposición pública desde que se jubiló a finales de 2023, harto de entrevistas y noticias relacionadas con la polémica abierta en la Universidad de Oviedo que le ha perseguido hasta que colgó la bata de forma prematura al cumplir 65 años cuando podía haberse retirado a los 70, pero estaba demasiado dolido por la campaña de acoso que había sufrido.

Su marcha provocó una profunda conmoción en la Universidad de Oviedo, en la que en solo tres días se recogieron más de 3.700 firmas de apoyo

Optó por buscar cobijo en París, donde sigue investigando, pero alejado de los focos y de la atención mediática. Su marcha provocó una profunda conmoción en la Universidad de Oviedo, en la que en solo tres días se recogieron más de 3.700 firmas de apoyo al investigador serrablés. Entre los firmantes, figuraban numerosas personalidades como el científico Mariano Barbacid o la periodista Julia Otero, quien acudió a él a pedir ayuda tras serle diagnosticado un cáncer de colon, además de alumnos y exalumnos del bioquímico y personas a las que ha ayudado en la lucha contra su enfermedad.

Campaña de acoso

En el comunicado se exigió un pronunciamiento a la universidad con el fin de poder resarcir al investigador aragonés de un ostracismo "que se le condenó injustamente". Sufrió una campaña de acoso por parte de algunos compañeros de su departamento durante 30 años, como la Universidad de Oviedo y el mismo han denunciado en diferentes medios durante los últimos años, y que le llevó a un “eclipse del alma”. López Otín, que ha centrado sus esfuerzos científicos en la investigación sobre el cáncer y el envejecimiento, ha estado en varias ocasiones nominado a los premios Nobel de Medicina, así como a los Premios Princesa de Asturias. Además de ser un excepcional científico y docente, quienes le conocen destacan la humanidad, humildad y generosidad de este científico cuyas investigaciones han permitido obtener enormes avances en el campo de las enfermedades genéticas, y en el cáncer, con la publicación de varias revisiones científicas en las más prestigiosas revistas científicas.

Hace más de 30 años que se trasladó a la Universidad de Oviedo, en la que ha desarrollado una espectacular carrera investigadora y docente

Hace más de 30 años que se trasladó a la Universidad de Oviedo, en la que ha desarrollado una espectacular carrera investigadora y docente, posicionando a la Universidad de Oviedo en el mapa investigador internacional. Y ha sido en esa universidad asturiana en la que ha decidido forzado por las circunstancias a jubilarse. El rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, no ha dudado en abrir las puertas de la institución académica aragonesa al bioquímico aragonés para seguir dando clases en su tierra natal. Mayoral ha elogiado la labor investigados de López Otín: "Un magnífico científico y una excelente persona, que ha sido tratado injustamente, con estas cosas del ranking y la falta de ética científica que está pasando en muchos sitios".