Álvaro Yuste: "En España el salto de la universidad a la empresa suele ser bastante grande"

Coinvestigador principal en el ámbito de la telemetría en el programa 'Fly a Rocket!', que incluía el lanzamiento de un cohete

Ha enviado telecomandos a un satélite real en el marco del programa ‘Ladybird Guide to Spacecraft Communications’ 

Álvaro Yuste

Álvaro Yuste / Jaime Galindo

A Álvaro Yuste (Zaragoza, 2003) le quedan aún dos cursos para finalizar sus estudios de grado, y, sin embargo, ya ha tenido la ocasión de participar en el lanzamiento de un cohete de la Agencia Espacial Europea (ESA), así como de enviar telecomandos a un satélite artificial real. Un estudiante que ya tuvo clara desde Bachillerato la importancia de ir un paso más allá de la formación reglada para la consecución de sus objetivos profesionales, una inquietud que le llevó, entre otras iniciativas, a la fundación de ALUnizar, un espacio de encuentro con otros estudiantes con similares intereses, dedicada a la fabricación de cohetes con fines educativos. Álvaro Yuste ha realizado también prácticas en dos empresas europeas del sector, aunque, según confiesa, le hubiera gustado entrar en contacto con la empresa desde el inicio de su formación, como es habitual para estudiantes universitarios de otros países europeos. Convencido de la existencia en Aragón de gran talento en el área de ingeniería, en la rama que más conoce, Yuste apunta también la importancia de la mentorización en el descubrimiento y desarrollo del talento.

“Desde una edad muy temprana he buscado oportunidades más allá del colegio, cuando estaba en Bachillerato, y ahora también en la universidad, para complementar mi formación y, de alguna forma, destacar en mi futuro profesional. Cuando estuve en Bachillerato tuve la oportunidad de participar en un programa de entrenamiento de astronautas, en Madrid. Seleccionaban a treinta estudiantes de España y Europa, a partir de ahí me empezó a interesar el sector aeroespacial”, recuerda Yuste. Un germen de lo que sería su actual vocación, y que ha tenido la oportunidad de desarrollar en dos proyectos de la Agencia Espacial Europea (ESA) en las que participaron treinta estudiantes de grado, máster y doctorado, de Europa y Canadá.

Nombre: Álvaro Yuste Pubill

Formación: Estudiante de tercer curso del grado de Ingeniería de Tecnología y Servicios de Telecomunicación en la Universidad de Zaragoza

Cargo: Estudiante

Lugar y año de nacimiento: Zaragoza, 2003

Trayectoria: Álvaro Yuste es estudiante de tercer curso del grado de Ingeniería de Tecnologías y Servicios de Telecomunicación en la Universidad de Zaragoza y está cursando un máster en Sistemas Globales de Navegación por Satélite (GNSS, Global Navigation Satellite Systems, en inglés), en Toulouse (Francia), una formación que incluye un periodo de prácticas en la empresa. Es cofundador de ALUnizar, asociación universitaria dedicada al diseño y fabricación de cohetes con fines educativos y científicos. Ha participado en dos programas de la Agencia Espacial Europea (ESA), ‘Fly a Rocket!’ (en el centro Espacial Andoya Space, en Noruega, proyecto donde fue coinvestigador principal en el área de telemetría) y ‘Ladybird Guide to Spacecraft Communications’ (un curso de formación en comunicaciones de vehículos espaciales en el Centro de Seguridad Europea de la ESA en Bélgica). Álvaro ha realizado prácticas también en Fraunhofer IIS (Alemania). 

La primera de ellas, ‘Fly a Rocket!’, proyecto donde fue coinvestigador principal en el área de telemetría, comenzó con un proceso de formación online de cinco meses en aspectos relacionados con la propulsión, la aerodinámica, electrónica y física, entre otros. Un periodo que concluyó con una estancia de una semana en el centro espacial Andoya Space, en Noruega, donde Yuste desarrolló la parte electrónica de un cohete que fue lanzado, al final del programa, hasta una altitud de ocho kilómetros.

Telecomandos a un satélite real

El segundo de los programas, ‘Ladybird Guide to Spacecraft Communications’, estuvo dirigida a formar a los estudiantes seleccionados en comunicaciones de vehículos espaciales. El programa, que se desarrolló en el Centro de Seguridad Europea de la ESA en Bélgica, contemplaba la simulación de lanzamiento de una sonda desde la Tierra hasta Ceres, satélite de Júpiter. “Teníamos que diseñar todos los procedimientos, como ingenieros de operaciones, desde el punto de vista de las comunicaciones, para establecer, en el caso de misión nominal (aquella que va según lo planeado), cómo solventar cualquier problema, y qué pasos tomar para analizar todas esas acciones”, explica Yuste. En dicha simulación, debían tomar fotografías de Ceres y enviarlas de vuelta a la tierra. “Como la Tierra está girando, y la sonda también, alrededor de la Tierra, teníamos periodos de cinco minutos, más o menos, para enviar los comandos. Todo tenía que estar muy bien estructurado, para dar los pasos correctos de manera eficaz. Y durante esos cinco minutos, tomar las acciones necesarias y no perder la sonda”, recuerda. Una misión en la que también tuvo la ocasión de acceder a satélites artificiales reales. “Tuvimos la oportunidad de enviar telecomandos a un satélite real. Nos conectamos al centro de Darmstadt, en Alemania, desde donde se monitorizan algunas de las misiones de la ESA. Mandamos unos telecomandos, para que cuando el satélite pasara por Australia, tomara fotografías, y cuando volviera a pasar por Alemania, que era donde teníamos visión directa con el satélite, descargara las fotos”, explica.

"A través de ALUnizar nos hemos encontrado a personas con mucho talento que, además de lo que aprenden en la universidad, son curiosos y tratan de formarse más"

Formación y contactos

Con la participación en estos programas, “trato de enfocarme hacia el sector aeroespacial, tanto en formación como en conseguir contactos que puedan ser útiles de cara al futuro. Y conocer estudiantes con intereses similares, que es muy positivo: se pueden tomar muchas ideas de cara al futuro profesional”, valora el estudiante. Una inquietud que también ha canalizado de manera proactiva, con la fundación de la asociación universitaria ALUnizar. “A través de Alunizar nos hemos encontrado a personas con mucho talento que, además de lo que aprenden en la universidad, son curiosos y tratan de aprender de forma autodidacta o a través de formación. En Aragón hay personas con mucho talento en el área de ingeniería”, apunta.

Una formación que le hubiera gustado compatibilizar con más prácticas desde el comienzo de su etapa universitaria. “En España el salto de la universidad a la empresa suele ser bastante grande, en otros países la carrera universitaria está más enfocada al entorno empresarial. Desde que empiezan, hacen prácticas en la empresa, y quizá se les nota más soltura que aquí, en España. Conozco estudiantes que, tras el primer año de universidad, en verano ya están haciendo prácticas. Aquí en España es muy raro, a partir de tercero como muy pronto”, asevera.

"Desde una edad bastante temprana he buscado oportunidades más allá del colegio, y ahora también en la universidad, para complementar mi formación y destacar en mi futuro profesional"

Álvaro Yuste ha tenido muy clara la importancia, de cara a su futuro profesional, de ampliar su formación por canales diversos, aunque también considera relevante disponer de “mentores o referentes que te puedan orientar, porque al final es un proceso por el que ellos ya han pasado”, anota. El estudiante, que tiene planeado realizar otro máster cuando acabe sus estudios de Ingeniería, echó en falta en sus comienzos “una asociación dedicada al espacio, y en otras universidades sí que hay. Por eso decidimos fundarla, porque pienso que era una cuestión importante, no solo tener la formación teórica, sino combinarla con la práctica, de cara al entorno empresarial”, explica.

Unas diferencias que también percibe con sus homólogos europeos. “En la primera oportunidad que tuve en la ESA estaba con estudiantes de primero de grado de Ingeniería. Me sorprendieron bastante, deberían tener en teoría menos conocimientos técnicos, pero en algunos casos tenían los mismos o más. También tenían habilidades como el desarrollo de proyectos, desenvolverse, ser creativos, buscar soluciones innovadoras, que quizá los estudiantes que íbamos de España notábamos que iban por delante de nosotros. Son sistemas educativos diferentes, quizá en el resto de Europa se potencia el trabajo enfocado a proyectos, teniendo también una base teórica sólida, pero con aplicación en edades más tempranas”, concluye.