La opinión de Marta Fernández | Responsables para la retención del talento

Las personas que tenemos una responsabilidad pública debemos trabajar con el objetivo común de generar talento, retenerlo, atraerlo y cultivar las condiciones necesarias para que éste sea decisivo para fortalecer nuestra sociedad.

El talento genera economía y afianza su crecimiento, ayuda a la internacionalización de nuestras empresas, nuestros productos, nuestros servicios y nuestro conocimiento técnico o científico. Robustece a la sociedad, fomenta la creatividad, la cultura, la educación, la comunicación; ayuda a mejorar la vida de las personas y crea, en definitiva, las condiciones oportunas para que todos los ciudadanos logren sus objetivos vitales, profesionales, personales o familiares.

Por tanto, tenemos que trabajar con más intensidad para que el talento, en toda su extensión, sea el eje de nuestras políticas y debates públicos.

Aragón ha proporcionado históricamente ejemplos muy significativos de talento, creatividad, genialidad. Podríamos citar nombres como Francisco de Goya, Joaquín Costa, Isaac Peral o Ramón y Cajal precisamente por su talento rompedor, innovador en su época, y sumamente audaz.

Debate responsable

Debemos promover un debate responsable, y proponer medidas concretas como incentivos fiscales a las empresas o rebajar las cuotas de autónomos para incentivar el talento, retenerlo y atraerlo, procurando promover el empleo estable, duradero y de calidad para nuestros jóvenes.

Es en este contexto, insisto, en el que debemos ponernos de acuerdo para fomentar medidas tendentes a fomentar el empleo juvenil, a retener a las personas formadas y a conectar la empresa con los jóvenes talentosos, demandantes de empleo. Los datos demuestran que España se encuentra a la cabeza en paro juvenil o precariedad en el empleo juvenil; también en las tasas de abandono temprano de la educación, por lo que es nuestra responsabilidad promover reformas educativas que se ciñan a las necesidades del tejido empresarial siendo necesario terminar también con la cultura del subsidio que condena la precariedad laboral de nuestros jóvenes.

Desde las Cortes de Aragón, y como su presidenta, me comprometo a respaldar ese pilar de crecimiento, de mejora social y de cultura que es el talento.