Fervor y tradición se dan la mano en la ermita de Salas

Cientos de vecinos de Huesca se sumaron el pasado domingo 5 de mayo a la tradicional romería en honor de Nuestra Señora de Salas y de la Huerta hasta la ermita del mismo nombre situada en la zona sureste de la ciudad, cada vez más próxima al casco urbano con la expansión de este hacia esos lares.

Fieles y no tan fieles compartieron una mañana festiva de convivencia y hermandad convertida en una tradición que no quisieron perderse varios integrantes de la corporación municipal, entre ellos la misma alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna.

Después del paseo llegó la eucaristía en un templo en el que no cabía un alfiler y a la salida se realizó el tradicional reparto de tortas bendecidas a cargo de los integrantes de la Cofradía de Nuestra Señora de Salas.

Semejante audiencia y centro de atención no podían ser dejados escapar para reivindicar una ayuda urgente. El llamamiento lo había hecho horas antes el prior de la Cofradía, Mariano Claver, al tanto del estado de la ermita tras las reparaciones urgentes ya realizadas y las numerosas que todavía restan por acometer. Tras resolver en noviembre la cuestión de las goteras de la sacristía, apuntó Claver, es el momento de actuar en el crucero y el tejado del edificio. Intervenciones cuyo coste desconoce pero seguro excede con mucho las escasas posibilidades de la cofradía, por lo que pide ayuda al consistorio, al obispado y también al Gobierno de Aragón. «También sería deseable que los oscenses nos implicáramos de alguna manera es su reparación, con la aportación que se pueda realizar», añadió.

Tras el reparto de tortas, las bendecidas, los asistentes disfrutaron en la explanada junto al templo del recital de jotas a cargo de la Agrupación Folclórica Santa Cecilia.