La historia de la Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores se remonta a tiempos de la peste, en 1522, cuando los residentes de la calle Cedacería acudieron a la oración haciendo voto de dedicar a San Joaquín una capilla en acción de gracias si les libraba de la epidemia de aquella época.

Habiéndose visto libres auxiliaron a los enfermos de otras calles sin daño ni perjuicio y agradecidos a tan singular beneficio se presentaron al prior de Santo Domingo, suplicándole que cediera lugar para construir una capilla al santo y fundar una cofradía.

Desde entonces existe esta cofradía conocida popularmente como la Dolorosa, que ayer celebró nada menos que su cumpleaños número 500. Lo hizo con una procesión extraordinaria que transcurrió entre el colegio Compañía de María y el Hospital Provincial, denominada Procesión del Recuerdo. Congregó a numerosísimo público en su salida en la calle Bilbao.

Salida de los Nazarenos desde San Miguel. ANDREEA VORNICU

Una de las características principales de esta procesión fue la ausencia de imágenes procesionales, ya que la hermandad quiere que el protagonismo recaiga en sus tres cruces 'In Memoriam' desde la calle Canfranc hasta la capilla del hospital de Nuestra Señora de Gracia, donde habitualmente está expuesta al culto la imagen Madre de la Divina Gracia, que se estrenará en la procesión conocida como de La Soledad en la madrugada del Viernes Santo.

La Dolorosa ha realizado tradicionalmente un Vía Crucis en el barrio de San José, en la parroquia que lleva su nombre. Ayer, sustituido por el Recuerdo, no tuvo lugar, aunque se celebró con una treintena de tambores de Samper de Calanda y una jotera.

Los tambores de Samper de Calanda acompañaron los dos pasos de la parroquia de los Dolores L. G.

La procesión, que contó con la participación de alumnos del Colegio Compañía de María y de la polifónica Miguel Fleta, recorrió Canfranc, plaza Aragón, Albareda, Ponzano, Casa Jiménez, Marceliano Isabal, plaza del Carmen, Val-Carreres, Cesaraugusto y Ramón y Cajal.

Los 500 años de la hermandad de San Joaquín y Virgen de los Dolores son el motivo del cupón de la ONCE del martes, 12 de abril, ilustrado con un dibujo de San Joaquín, de María Caudevilla

Un cofrade de la Dolorosa se ajusta el tercerol. ÁNGEL DE CASTRO

Las procesiones de Lunes Santo comenzaron a las 19:00 en el barrio de Valdefierro con el Vía Crucis de la Llegada, y se prolongaron hasta pasada la 1 de la mañana después de teñir las calles de verde, negro, granate y morado.

A las 20.45 partió la cofradía de la Exaltación, con su largo camino entre el barrio de Casablanca y la Real Maestranza de Caballería, en la calle Dormer, donde finalizó su desfile. Quince minutos antes salió la Cofradía de las Negaciones, que realizó una procesión parroquial por el barrio de Miralbueno.

Numeroso público en la salida del Calvario desde Santa Engracia. ÁNGEL DE CASTRO

Otro de los momentos más destacados de la noche de ayer en Zaragoza fue el acto de las Tres Caídas que Jesús Camino del Calvario realizó junto a la cofradía de la Columna, uno de los momentos más esperados del Lunes Santo, en la iglesia de Santiago el Mayor.

La noche terminó con la llegada a la Iglesia de Santa Isabel de Portugal, vulgo San Cayetano, tanto de las Siete Palabras (cerca de medianoche después de salir de San Gil a las 20.45 horas) como de la Procesión del Nazareno de la Cofradía de Jesús Nazareno, pasadas la 1 de la mañana.

MIRANDO A LAS LÁGRIMAS DEL CIELO

Rayando las 2 de la mañana está previsto el cierre de la Procesión de las Lágrimas, la más destacada de este Martes Santo por la distancia que recorre y el numeroso grupo de cofrades que agrupa a la cofradía del Descendimiento. Saldrá de la Iglesia de Jesuitas a las nueve de la noche siempre que la lluvia lo permita. Las previsiones no son buenas, ya que, aunque en poca cantidad, caerá agua durante toda la jornada. También salen hoy la Piedad, la Hermandad de Cristo Despojado, la Crucifixión, la Eucaristía, la Oración en el Huerto y la Verónica.

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