Cristo Resucitado se reencuentra con la Virgen en una plaza del Pilar abarrotada

Los claveles y los rostros descubiertos de la procesión del Glorioso Encuentro cierran por todo lo alto la Semana Santa en Zaragoza

Arturo Pola

Arturo Pola

“¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?”. La noticia de la resurrección de Jesucristo ha sido el punto de partida de la procesión del Glorioso Encuentro, el desfile santo, con diferencia, más alegre y el que se vive con más júbilo en la capital aragonesa, aunque en él, por otra parte, también se siente el sabor agridulce por ser el último de la Semana Santa.

Cofrades y devotos tendrán que esperar pacientemente para volver a sentir el gusanillo de su época favorita del año, pero antes han saboreado en Zaragoza del Encuentro entre Madre e Hijo, un cruce que, aun siendo los mismos protagonistas y en el mismo majestuoso escenario (la plaza del Pilar), nada tuvo que ver con el del pasado Miércoles), cuando la Virgen María y Jesús se encontraron sabiendo el fatal destino que les esperaba.

Antes del feliz momento, el repique de las campanas y los acordes del Bendita han marcado la salida de la procesión en la plaza del Justicia, que se ha roto en aplausos cuando la Virgen de la Esperanza ha hecho su aparición en busca de su Hijo.

En el recorrido, la ausencia de los terceroles en la cara de los cofrades, aun siendo habitual en el Domingo de Resurrección, sorprendía a más de uno. El negro de luto ha dejado paso al blanco y los claveles de ese color (símbolo de la gran noticia para los cristianos) se dejaban ver, y oler, por las calles zaragozanas, así como el perfume del incienso. Lo que no ha cambiado demasiado ha sido el tiempo en la capital aragonesa, el gris ha sido el color predominante en el cielo y la amenaza de lluvia ha presidido toda la procesión. Sin embargo, nada ni nadie ha impedido el momento más esperado.

El sonido de los bombos y el redoble de los tambores han subido de intensidad cuando se adentraban en la plaza del Pilar y, cuando El Cristo Resucitado y María de la Esperanza y del Consuelo se han encontrado cara a cara, los aplausos espontáneos han invadido la plaza del Pilar para después dejar paso a las tradicionales jotas. Tras el anunciado Glorioso Encuentro, la procesión continúa su recorrido para acabar sobre las 14:30 de la tarde en el colegio Agustinos en lo que está siendo el broche de oro final a la Semana Santa zaragozana.