No hay nada mejor para despejar dudas que ganar. Y si es ganar superando claramente al rival, mucho mejor. No es que el Casademont Zaragoza sea ya un equipo redondo, completamente hecho, terminado, pero frente a un buen rival siempre competitivo como el Baxi Manresa el equipo de Jaume Ponsarnau dejó plantada una semilla de optimismo y esperanza (98-91). Porque ganó, sí, pero sobre todo por cómo lo hizo, creciendo desde la defensa (a pesar de recibir 91 puntos) y encontrando el protagonismo de muchos de sus jugadores en ataque, con cinco por encima de los diez puntos. También porque volvió a contar con la complicidad de la grada. El baloncesto profesional es un deporte diferente con la afición vibrando, animando tras cada fallo, celebrando cada punto, aplaudiendo una buena defensa, presionando al rival, ovacionando a los suyos.

El conjunto aragonés tuvo un mal inicio. Los nervios, la tensión, el debut, lo que fuera, atenazó a los jugadores y dejó unos primeros cinco minutos plagados de errores. Además Hlinason cometió dos faltas en dos minutos que desbarajustaron los planes del equipo. Pero la salida de recambios desde el banquillo dio otro aire al equipo, que puso una mayor intensidad atrás y encontró más fluidez en ataque. Del 4-13 inicial el equipo pasó al 22-20 con el que terminó el cuarto. Una vez tomó las riendas del partido, el Casademont ya no las soltó en toda la tarde. Dominó el marcador, el juego y las sensaciones. El Manresa luchó hasta el final por no descolgarse, a base de los triples de Francisco, subiendo la intensidad defensiva al final, pero el equipo local no dio pie a la sorpresa.

La grada volvió a disfrutar de los suyos y pudo conocer a los recién llegados. No lo parecía Adam Waczynski, que ofreció un rendimiento inmediato sumando 17 puntos, 5 rebotes y, sobre todo, aportando su experiencia y conocimiento de la Liga. Un poco más tímido estuvo Sipahi, que llegó más tarde, que jugó de dos y de base, que ayudó en lo que pudo pero al que todavía hay que esperar y ver un poco más. También gustó mucho al público Mobley que, con sus intermitencias, hizo 17 puntos y mostró su calidad en el tiro exterior, sobre todo en cuanto cogió confianza.

Los interiores

También tuvo un buen estreno McNeal, que supo suplir su falta de centímetros con respecto a los rivales con muy buenos fundamentos de juego. De hecho acabó como el mejor valorado (21) con sus 15 puntos y 7 rebotes, puro trabajo y determinación. Tuvo además muchos minutos porque Hlinason no empezó nada bien, con dos personales rápidas que le condicionaron enseguida. Aunque el islandés supo hacerse gigante en la segunda parte negando el aro al Manresa, que tuvo que vivir (muy bien, por cierto) del tiro exterior. También fue importante la energía de Radoncic para completar a un Vanwijn al que se vio más tímido y que también tuvo problemas de faltas.

El caso es que el Casademont supo aprovechar todas sus piezas. Jugaron los doce jugadores y todos aportaron su granito de arena. Ponsarnau resolvió la cuestión del base dándole la titularidad a Javi García, dosificando a San Miguel por los problemas sufridos los últimos días, y el veterano fue clave en los minutos finales con un par de rebotes y un robo que sentenciaron definitivamente el partido. No sufrió mucho el equipo aragonés pero no pudo cantar victoria hasta el final. El Manresa utilizó todas sus armas y plantó cara aunque siempre a remolque y con el Casademont mucho más cómodo.

El equipo aragonés llegó a tener 13 puntos de diferencia y no perdió nunca la ventaja desde que la tomó en el último instante del primer cuarto. Después de todas las dudas de la pretemporada, de los cambios obligados por lesiones, de la incógnita en la que se había convertido el equipo de Jaume Ponsarnau, el Casademont Zaragoza tuvo un debut feliz y el mejor reencuentro posible con sus aficionados. Ganando todo se ve mucho mejor. Aunque el próximo partido llegue en cuatro días.

FICHA TÉCNICA

Casademont Zaragoza: Javi García (6), Mobley (17), Waczynski (17), Vanwijn (4), Hlinason -cinco inicial-, San Miguel (5), Okoye (16), McLean (15), Randondic (11), Vilà, Font (5) y Sipahi (2).

Baxi Manresa: Dani Pérez (9), Thomasson (11), Berzins, Moneke (15), Bako (10) -cinco inicial-, Francisco (24), Jou (6), Steinbergs (2), Rafa Martínez (13), Valtonen, Maye y Sima (1).

Parciales: 22-20, 25-21,29-24, 22-26.

Árbitros: Cortés, Sánchez Sixto y Fernández Carretero. 

Exclusiones: Maye (m.40).

Incidencias: Partido disputado en el pabellón Príncipe Felipe ante 3.717 espectadores.