El Casademont Zaragoza está pendiente de los resultados de las últimas PCR, a las que es preceptivo someterse 72 horas antes de un partido de ACB, para saber en qué condiciones afrontará el duelo contra el UCAM Murcia de este miércoles (20.30 horas). O, incluso, si podrá disputarse finalmente un partido que ya ha sido aplazado en dos ocasiones. El equipo aragonés detectó dos casos positivos en su plantilla el pasado miércoles y un tercero el sábado. En esas condiciones puede disputar el encuentro, puesto que la ACB establece que un equipo ha de tener disponibles a nueve de sus fichas del primer equipo para poder jugar.

Los resultados de las nuevas pruebas determinarán si alguno de esos tres casos positivos (especialmente alguno de los detectados la semana pasada) arroja ahora un resultado negativo y puede estar disponible para el duelo, aunque las condiciones en las que lo afrontaría no serían las mejores posibles, como ya ha experimentado el equipo con los recientes casos de Yusta y Thompson. En el supuesto de que ninguno de esos tres positivos dé negativo y algún nuevo jugador esté contagiado, el partido no podría celebrarse porque Jaume Ponsarnau no dispondría de las nueve fichas del primer equipo preceptivas.

El partido contra el UCAM Murcia ya ha sido aplazado en dos ocasiones. Inicialmente programado para el 9 de enero, varios jugadores del conjunto murciano presentaban síntomas compatibles con el covid y las PCR detectaron dos positivos que impidieron al equipo desplazarse a Zaragoza y el duelo se pospuso al martes 11 a la espera de las pruebas de respaldo. El resultado de las mismas arrojó un total de cinco positivos en las filas del conjunto de Sito Alonso, por lo que el partido tampoco pudo celebrarse el día 11 y fue finalmente fijado para mañana a las 20.30 horas.

El Casademont Zaragoza no ha podido jugar desde el pasado domingo 16 de enero y este primer mes del año solo ha podido disputar dos partidos. Contra el Unicaja, un duelo que tuvo que ser aplazado por la aparición de un caso en el Casademont, el equipo cayó estrepitosamente (112-72) y en Madrid no tuvo nada que hacer (94-69). Este fin de semana debería haberse enfrentado al Obradoiro, pero la ACB reestructuró el calendario para reubicar la jornada 16 (en la que solo se disputó el Unicaja-Casademont) y la 19, la que correspondía a este fin de semana, se disputará finalmente en abril.

Quien sí jugó es el UCAM Murcia, que logró una sufrida pero histórica victoria (88-86) frente al Tenerife que le llevará a jugar la Copa en Granada 26 años después de la única vez que disputó el torneo, como anfitrión en 1996. El equipo de Sito Alonso es una de las revelaciones de la temporada, el que más puntos anota de la ACB y uno de los más en forma de la competición. Suma ya diez victorias y ahora se juega el poder ser cabeza de serie en la Copa.

Por el contrario, el Casademont Zaragoza volverá a la competición muy necesitado de triunfos. Las dos últimas derrotas, los resultados de rivales como el Obradorio y el Bilbao y el hecho de que los equipos que le siguen en la clasificación tienen partidos pendientes, han hecho que el cerco se estreche con los puestos de descenso. El conjunto de Jaume Ponsarnau sigue con un colchón de dos victorias con respecto al penúltimo clasificado, el Burgos, y tres con el último, el Betis. Aunque los dos tienen un partido menos. Solo le separa un triunfo del Andorra y del Fuenlabrada, que será el siguiente reto del equipo.

Si el coronavirus no lo impide de nuevo, el Casademont recibirá mañana al UCAM Murcia y el sábado visitará al Fuenlabrada, un rival directísimo que, además, le ganó y bien en el partido del Príncipe Felipe, por lo que también entrará en juego el averaje (74-85). El conjunto aragonés necesita volver a ganar para alejar los fantasmas del descenso.