Javier Justiz, pívot cubano de Casademont Zaragoza, reconoce que la recuperación de su lesión de rodilla no presenta la mejoría que desearía y, aunque los médicos le dicen que es imposible que vuelva a jugar, se resiste a poner punto y final a su carrera deportiva.

"Ha habido días que he llegado llorando al vestuario, pero aún espero que inventen algo que me pueda poner"

«Esta temporada no voy a volver a jugar, los médicos me dicen que es imposible volver pero no quiero ponerme un punto final. Voy a seguir intentándolo, espero que inventen algo que me puedan poner», explicó en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por el director deportivo de Casademont Zaragoza, Pep Cargol, y el gerente Javier Gastón. «Tengo la ilusión y el sueño pero la rodilla no está respondiendo como debe», insistió.

Justiz expuso su intención de aprovechar lo que queda de temporada, en la que sigue vinculado al club y «los medios que tengo para el día a día, que en Cuba no tendría, para ver cómo sigue la rodilla y si me pone el punto final». También reconoció que a pesar de no haberse rendido mentalmente «ha sido bastante duro» e incluso se ha visto obligado a buscar un psicólogo deportivo «porque solo no veía opción, me ayudó mucho y sigo trabajando con él» y desveló que ha habido días en los que «llegaba llorando al vestuario pero al final salí y sigo trabajando y aprovechando el tiempo».

No obstante, Justiz expresó su agradecimiento al colectivo médico, fisioterapeutas y preparadores, así como al club y a su dirección «por la profesionalidad que me demuestran día a día y que me ayudan». 

«Quiero tener un agradecimiento especial a Reynaldo Benito, quien me hace sentir parte del club, por eso vengo a apoyar al equipo en la esquina del banquillo, y todavía con el sueño de volver aunque sé cuál es la realidad. Y un agradecimiento a la afición, que me pregunta en la calle o en el partido, me ayuda a sentirme parte todavía del club», valoró.

Sobre su futuro, Justiz comentó que se matriculó en el curso de entrenadores «para ver si puedo serlo algún día y estoy realizando prácticas con la Fundación, con el EBA, y espero escalar de nivel. Me siento cómodo con los chicos y ellos se sienten animados, eso también me ayuda». También afirmó que se ha acomodado a Zaragoza y se plantea quedarse a vivir en la ciudad aragonesa. 

Por su parte, Cargol destacó «la profesionalidad, las ganas, el interés y el esfuerzo que ha puesto para recuperarse y ayudar al equipo en todo momento».