El Casademont Zaragoza vuelve a la acción en Fuenlabrada este lunes (20.30 horas), en otro partido movido de fecha por los efectos del covid, dispuesto a encontrar la regularidad y la constancia que le están faltando hasta ahora, tanto a lo largo de la temporada como dentro de cada partido. Al menos ha sabido aprovechar sus oportunidades, ante un Breogán con sus peores porcentajes de la temporada, frente a un Baskonia con dudas, contra un Murcia que llegaba de celebración y no encontró su intensidad característica. Hay que saber hacerlo.

Hoy se le presenta una nueva ocasión ante un Fuenlabrada que volvió a competir el viernes después de un mes parado por el coronavirus y lo hizo con una clara derrota ante el Joventut. El covid ha frenado a un Fuenlabrada que logró tres victorias en diciembre experimentando una gran mejoría. Bien lo sabe el Casademont Zaragoza, que no pudo hacer nada en la visita de los madrileños al Príncipe Felipe.

Ahora el conjunto de Josep María Raventós ha visto cortada esa excelente trayectoria y el Casademont debe intentar aprovecharse. Claro que el conjunto aragonés suele ser también una incógnita en sí mismo, capaz de reaccionar cuando parece que está contra las cuerdas y de caer de nuevo cuando parece levantar el vuelo. El pasado miércoles sumó su séptimo triunfo ante el Murcia, cerrando así una racha de dos partidos con mala imagen.

Solo falta Okoye

La victoria frente al UCAM Murcia ha de servirle de acicate para continuar buscando su mejor versión, sobre todo una que pueda exhibir de principio a fin, que suele ser uno de sus problemas habituales. Jaume Ponsarnau cuenta con todos sus jugadores, a excepción del lesionado Okoye, y ha tenido más tiempo para recuperar el tono físico de los que han pasado el covid recientemente.

Tampoco cuenta ya con positivos en sus filas el Fuenlabrada, que solo tiene la duda del escolta nigeriano Obi Emegano, uno de los jugadores clave del equipo, que no jugó frente al Joventut por molestias musculares. Raventós apurará hasta el final para poder contar con él esta noche, ya que es el máximo anotador del equipo con 17,1 puntos de media. Cuenta también con un buen arsenal ofensivo en el perímetro con Leo Meindl (14,4 puntos) y Milosavljevic (12,6 puntos) y con la ayuda de los 11,3 puntos y 5,7 rebotes de Alexander.

La clasificación no refleja la realidad del rival del Casademont. Decimoquinto con cinco triunfos en 16 partidos, sin terminar de despegar de la zona baja de la clasificación de la ACB, el Fuenlabrada es el segundo equipo más anotador de la competición, por detrás del Murcia, con 85,63 puntos de media, es el líder en asistencias (19,5 por jornada), el quinto en rebotes ofensivos (11,5 de promedio), el mejor desde la línea de tres (11,06 por partido y 40,23% de acierto), el segundo en tapones (3,69). Señal de que hace muchas cosas bien, aunque eso no siempre le sirva para ganar.

Un rival peligroso

Es un equipo que ha mejorado mucho con respecto al principio de la temporada y que es mejor de lo que dicen sus resultados, aunque estos, inapelables, le condenan a pelear por huir de la zona baja de la clasificación. Por eso es un partido también crucial para el Casademont Zaragoza, porque se trata de un rival directo. El conjunto aragonés se ha quedado en tierra de nadie, sin terminar de ver de cerca a los mejores, sin acabar de distanciarse de los últimos puestos. Encadenar una serie de buenos resultados en este inicio de la segunda vuelta le pueden permitir tomar un poco de aire y soñar un poco con seguir escalando posiciones. Además, lograr la plaza europea que tanto ansía el club y no repetir la historia de la pasada temporada pasa por acabar entre los once o doce primeros.

Para conseguirlo el conjunto de Jaume Ponsarnau debe dar al fin un paso al frente. Ya tiene el equipo definitivo tras los cambios realizados, ya ha recuperado a sus bajas por covid, ya ha definido los roles, ya tiene que verse una versión más sólida y consistente del conjunto aragonés. Algo que le permita aumentar su ritmo de victorias y que le lleve a zonas más templadas de la clasificación. Que no convierta la temporada en una montaña rusa que le lleve arriba y abajo sin saber cuál es su sitio. Hoy tiene una nueva oportunidad para avanzar y consolidarse, ante un Fuenlabrada con dudas y recuperando sensaciones tras el covid. Hasta ahora el equipo aragonés ha sabido sacar provecho de las debilidades de sus rivales. Este lunes le toca hacer lo mismo.