Otra vez igual. Otro inicio lamentable de partido que condena al Casademont a una derrota antes de tiempo. Y esta vez no estaba enfrente el Real Madrid, sino un Fuenlabrada mucho más intenso, hambriento y físico que dejó rápidamente sin argumentos ni respuestas al conjunto aragonés. Los 55 puntos anotados resumen bien la inoperancia zaragozana en ataque, la manera en la que se estrelló una y otra vez contra el muro local, la imposibilidad de tener ninguna opción en el partido. Como en el Príncipe Felipe, el Fuenlabrada ganó bien y cómodamente al Casademont, que ya tiene el averaje perdido con los madrileños.

La actitud del equipo dejó mucho que desear pero tampoco funcionó la pizarra. Bone ya es el escolta titular del equipo, con Mobley esperando su oportunidad y sin terminar de aprovecharla desde el banquillo. El escolta ha desaparecido por completo y el equipo necesita sus puntos como el comer. Por dentro apostó por dos cuatros antes del descanso porque Hlinason ya llevaba dos faltas y el físico no es el fuerte de Thompson. Tan solo Yusta pudo romper la defensa local al principio y la salida de Waczynski supuso un soplo de aire fresco en el segundo cuarto. 

Todo insuficiente porque el ataque era un horror. Casi 27 minutos le costó al equipo anotar su primer triple, algo que logró después de 20 intentos, pero es que tampoco encontró el acierto por dentro. Hlinason no se encontró y Thompson fue un quiero y no puedo. Ni a la carrera era capaz de acertar el Casademont. Y en defensa tampoco encontró la manera de frenar al Fuenlabrada, llegando tarde a sus tiros, sin cerrar bien el rebote (42-33 lo perdió). Incapaz de aprovechar las 18 pérdidas de los locales porque acabó acumulando 19. 

Y todo es mucho más difícil si se tira el partido desde el principio. El Casademont Zaragoza volvió a fallar en la salida. Una vez más, y van demasiadas. Se vio completamente superado por un Fuenlabrada mucho más hambriento, mucho más intenso, mucho más físico. Los locales plantearon una defensa a toda pista que supuso un muro contra el que chocó una y otra vez el conjunto de Jaume Ponsarnau. No encontró el camino al aro de ninguna de las maneras, apenas generó juego, no abrió el campo porque se fue al descanso con 0/13 en triples. 

Nada de nada

Atrás tampoco se aplicó con la rasmia necesaria. El Fuenlabrada le ganó la batalla por el rebote con una facilidad pasmosa. No solo capturó siete ofensivos solo en el primer cuarto, sino que muchos de ellos los recogió el mismo jugador que había lanzado. La falta de intensidad en el Casademont era pasmosa. El conjunto aragonés quiso despertar al inicio del segundo cuarto (26-11 acabó el primero) pero apenas fue un tímido intento porque en cuanto logró un parcial de 0-6 el Fuenlabrada volvió a afilar el colmillo en defensa. Y el Casademont volvió a colapsar en su juego (35-23 al descanso).

Quedaba tiempo pero había que mejorar mucho, demasiado. Y no está para épicas este Casademont. El Fuenlabrada, además, lo tenía fácil. Con cerrar el aro, cosa que hizo muy bien, se acabó el asunto, porque tirar desde fuera era una agonía para el conjunto aragonés. Cuando al fin acertó desde la línea de tres y anotó en tres ocasiones pareció que podía haber partido aún al final del tercer cuarto. Pura apariencia. De los doce de diferencia, lo más que pudo acercarse el conjunto aragonés, se pasó a casi veinte en un visto y no visto.

El último cuarto fue más de lo mismo. El Casademont no solo no pudo recortar sino que el Fuenlabrada estiró la ventaja a los 20 puntos, por si aún quedaba alguna duda de quién había ganado el partido desde hacía rato, en otra exhibición de desacierto ofensivo. Y de una impotencia que se tradujo en las técnicas a Yusta y Ponsarnau por protestar (en diferentes acciones) cuando el partido ya no tenía historia. El técnico pedía a sus jugadores trabajo hasta el final, aplicar los sistemas, pero eso apenas había sucedido durante toda la tarde. 

El Casademont volvió a ofrecer su peor cara y a perder contra un rival directo. Mantiene un colchón con los puestos de descenso pero no puede descuidarse y, a este ritmo, va a tener muy complicado ganarse la participación europea por su clasificación en la Liga Endesa.

FICHA TÉCNICA:

Urbas Fuenlabrada: Samar (11), Milosavljevic (3), Meindl (11), Cheatham (16), Alexander (6) –quinteto inicial–, Novak (11), Eyenga (10), Ristic (9), Bagayoko, López, Lewis y González.

Casademont Zaragoza: Cook (3), Bone (9), Yusta (9), Radoncic (5), Thompson (6) –quinteto inicial–, Hlinason, San Miguel (2), Waczynski (10), Vanwjin (9) y Mobley (2).

Parciales: 26-11, 9-12, 23-20, 19-12.

Árbitros: Benjamín Jiménez, Francisco Araña y Yasmina Alcaraz. Sin eliminados.

Incidencias: partido de la vigésima jornada de la Liga Endesa disputado en el Pabellón Fernando Martín ante 2.156 espectadores. 

Así hemos narrado el partido en directo: