Llega otro partido del Casademont Zaragoza y la duda habitual de esta temporada, ¿qué equipo se verá en Manresa? ¿Un conjunto intenso desde el principio o uno que salga dormido? ¿La cara o la cruz? Los aragoneses están siendo un bloque desconcertante este curso, capaces de ganar con solvencia al Murcia o al Unicaja días antes o después de haber caído desde el primer minuto en Fuenlabrada y tras apenas competir en Madrid o en Málaga. Esa irregularidad está condenando al Casademont a no salir de la zona baja y es la que debe eliminar si quiere aspirar a algo en el tramo final de la temporada. Este sábado puede empezar a hacerlo en el Nou Congost (18.00 horas).

No será fácil, desde luego, porque el equipo de Pedro Martínez es, un año más, un bloque bien armado, bien trabajado, que juega bien y obtiene buenos resultados. Son terceros en la clasificación, jugarán la Copa del Rey y están en el Top-16 de la Champions. Chima Moneke está siendo una de las sensaciones de la Liga Endesa, quizá el jugador con más impacto junto a Dzanan Musa, con sus 14,1 puntos de media, sus 8,1 rebotes que son la segunda mejor marca de la ACB y sus 19,6 de valoración solo superados por el propio Musa. Ismael Bako suma 11,8 puntos y 5,9 rebotes, Joe Thomasson 11,3 puntos y Sylvain Francisco, 10,5 puntos y 3,3 asistencias. Estas son sus principales referencias, pero también está sumando Dani Pérez con sus 5,1 asistencias de media, o Yankuba Sima con sus 4,3 rebotes.

El equipo aragonés llega en un momento extraño. La última victoria frente al Unicaja le sirve para seguir tirando hacia adelante, ganar algo de tiempo y tranquilidad a la espera de no llevarse otro revolcón como el de Fuenlabrada que provoque más cambios. El que se ha producido en los últimos días afecta a la parcela deportiva pero no debería alterar el pulso del equipo más allá de la constatación de que aquí la puerta está abierta para todos. Ya no estará Pep Cargol al frente sino Toni Muedra, que se estrena como arquitecto con la casa hecha. El Casademont debe encontrar de una vez por todas su línea en la competición para no dar un paso para adelante y otro para atrás como hasta ahora.