El Periódico de Aragón

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Casademont Zaragoza

El Casademont Zaragoza paga la novatada y cae en su debut ante Obradoiro (76-73)

El mal porcentaje en tiros de campo y en tiros libres lastra a los de Martin Schiller en un encuentro en el que siempre estuvieron por debajo. Howard Sant-Roos , el mejor de los aragoneses, fue la nota positiva del choque

Sant-Roos trata de penetrar a canasta en el duelo de Santiago A. Baúlde

Resulta casi imposible ganar un partido con un 38% de tiros de campo. Más aún si le añades un sonrojante 51% en tiros libres. A pesar de ese nivel de acierto, el Casademont compitió. Es casi la única buena noticia que se puede sacar de la derrota de los aragoneses en Santiago ante el Obradoiro (76-73), en un encuentro en el que Martin Schiller y sus pupilos pagaron la novatada y protagonizaron un decepcionante debut en el que fueron siempre a remolque. Hubo otra nota positiva, el rendimiento de Howard Sant-Roos, que parece que va a ser el indiscutible líder del equipo este curso.

El duelo comenzó con un Ferrari impreciso en la dirección de juego y con Jessup muy errático desde la que a priori es su especialidad, el tiro de tres. Con un Paige entonado y Bender aportando, los locales se pusieron 11-3 y tuvo que parar el encuentro Schiller. 0 de 7 llevaba el Casademont desde la larga distancia y se empeñaba en seguir tirando de lejos, esta vez era Ponitka el que no tocaba ni aro. Sant- Roos robó un buen balón y, totalmente solo, se le escapó la pelota cuando pretendía colgarse del aro. Perfecta definición para el inicio del partido de los zaragozanos. Por fin Lomazs consiguió el primer triple para acercar un poco al Casademont pero Bender cerró el primer cuarto con un mate (21-11) en un inicio para olvidar.

Algo no funcionaba cuando el técnico austriaco decidió meter en la cancha a Nguirane, llamado presuntamente a tener un papel testimonial. Pero la distancia a favor de los gallegos, gracias a Bender y Blazevic, seguía aumentando hasta los 13 puntosViendo que las cosas no marchaban bien en ataque, atascadísimo y ofuscado el Casademont subió dos marchas el nivel defensivo. Y las cosas empezaron a cambiar. De la mano de Yusta, que jugó menos minutos de los que mereció, y de Sant-Roos acortó distancias. Tanto es así que llegó a ponerse a solo uno para acabar llegando al descanso tres abajo (40-37). Tras una deficitaria primera mitad, estaba vivo.

A remar de nuevo

Todo el buen trabajo que habían hecho los aragoneses lo tiraron por la borda en los dos primeros minutos de la reanudación. Tiempo suficiente para que, de nuevo entre Paige y Bender, volvieran a aumentar la diferencia hasta los 11 puntos. Tocaba volver a remar, pero Jessup seguía negado desde el triple (acabó con 1 de 10), aunque acertaba de dos. Llegó la diferencia hasta los 15, pero fue entonces cuando se agrandó la figura de Sant-Roos en los dos lados de la cancha. El cubano se empeñó en que hubiera partido con dos faltas en ataque provocadas, un robo y un par de entradas a canasta de mucho mérito. Gracias a él, el Casademont seguía haciendo la goma y no tiraba la toalla. Siete abajo (50-43) cuando quedaban diez minutos.

El comienzo del último cuarto fue un carrusel de imprecisiones y de malas decisiones por parte de los dos equipos, lo que beneficiaba a los locales, que iban por delante. El nuevo equipo de Martin Schiller se parecía mucho al del año pasado, con un juego interior inexistente y cierto aire de improvisación. Sin embargo, el pésimo cuarto de los gallegos daba alguna esperanza al Casademont, en el que Sant-Roos jugaba de base. Bueno, en realidad jugaba de todo. A falta de cinco minutos, siete puntos seguía siendo la distancia en el marcador. El primer y único triple de Jessup acercó a los aragoneses a cuatro y de nuevo fallos en ambos lados de la cancha movían poco el marcador mientras el tiempo corría a favor del Obradoiro. Comenzó entonces un carrusel de libres que alargó el encuentro cuando estaba visto para sentencia.

El marcador final (76-73) fue más apretado de lo que resultó el duelo en Santiago. Aunque actitud no le faltó al Casademont Zaragoza, le faltó todo lo demás. Martin Schiller y los nuevos fichajes, salvo el cubano, tuvieron un gris estreno pero ya conocen la ACB. El nuevo proyecto sabe ya a lo que se va a tener que enfrentar y muchas cosas tendrán que cambiar para que triunfe.

Ficha técnica

Monbus Obradoiro (21+19+20+16): Westermann (2), Paige (17), Thomas Scrubb (11), Blazevic (10) y Vicedo (5) -equipo titular- Bender (16), Guerrero (7), Álex Suárez, Philp Scrubb (4), Walker (3) y Zurbriggen.

Casademont Zaragoza (11+26+16+20): Ferrari (5), Jessup (13), Sant-Roos (15), Simanic (4) y Mekowulu (6)-equipo titular- Yusta (6), Radoncic (3), Ponitka (2), Lomazs (10), Hlinason (4) y Nguirane (3).

Árbitros: Antonio Conde, Francisco Araña y Héctor Baez.

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la Liga Endesa disputado en el Multiusos Fontes do Sar ante 5.595 espectadores.

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