La crónica del Casademont-IDK (66-65): colíderes

Trece victorias consecutivas, nueve de ellas en la Liga Endesa, colíderes y clasificadas para la Copa de la Reina. Todo eso ha conseguido el Casademont Zaragoza tras un partido durísimo, frente a un IDK Euskotren que le plantó cara literalmente hasta el último segundo de partido (66-65), en otro ejemplo de resistencia y de cómo ser un equipo, de cómo ganar gracias a la profundidad del banquillo. Sufriendo, con el mono de trabajo, con una actuación coral en la que destacó Fiebich con 14 puntos pero en la que todas tuvieron sus momentos. Con el susto en el cuerpo por un final más apretado de lo esperado, pero cantando una nueva victoria para seguir ampliando los límites del equipo.

 El Casademont comenzó con problemas en ambos lados de la pista, para anotar y para defender a un IDK con los conceptos muy claros y una inspirada España para romper la zona aragonesa. Cómo sería la cosa que Carlos Cantero lo paró al minuto y medio de juego para corregir cosas pero lo cierto es que el IDK se fue a una máxima de diez puntos en cinco minutos (4-14). Reaccionó el Casademont desde la defensa con un parcial de 9-0 y tres minutos después volvían las tablas (16-16) para terminar el cuarto con 20-21

 La igualdad se mantuvo en el segundo parcial entre dos conjuntos que ponían su máximo empeño en la defensa, lo que encareció mucho los puntos e hizo que solo hubiera mínimas ventajas oscilando hacia cada uno de los lados. El Casademont mantuvo bien el tipo también con la segunda unidad, con unas Gervasini y Hermosa que crecen cada semana, pero fueron las guipuzcoanas las que se marcharon arriba al descanso (31-35).

El conjunto aragonés comenzó la segunda parte de nuevo con problemas para anotar y, además, coleccionando errores que suponían pérdidas de balón, lo que permitió a las visitantes estirar la diferencia hasta los nueve puntos (34-43) y obligó al Casademont a seguir a remolque. Con un único triple de Aleksa Gulbe en cinco minutos de juego, al conjunto zaragozano le tocaba resistir para encontrar la reacción. Cinco puntos en un abrir y cerrar de ojos de Leo Fiebich dieron aire al Casademont, pero sus dificultades para anotar le impidieron aprovechar ese momento de efervescencia. Lo más que pudo hacer fue llegar vivo al último cuarto (48-51).

 Dos triples de Vega Gimeno pusieron al Casademont de nuevo por encima y, espoleado por un público entregado, tomó las riendas del partido con un parcial global de 13-0 con la segunda unidad en la pista, demostración de la capacidad del equipo de Carlos cantero. Era un partido para sufrir, eso no cambió, pero al menos el Casademont lo hizo por encima en el marcador, resistiendo desde la ventaja pese a un final sorprendente. El equipo aragonés ganaba por seis y tenía posesión a falta de 20 segundos pero el IDK acabó atacando para llevarse el partido a un segundo del final tras una antideportiva de Holesinska. Un último susto antes de volver a celebrar.