CASADEMONT ZARAGOZA

Juanan, el alma de los voluntarios del Casademont Zaragoza

“No encuentras personas así, era un hombre especial”, dicen sus compañeros de De la Mata, fallecido esta semana tras un accidente de patinete

El cuerpo de voluntarios del club cuenta con 95 personas, unas 30 cada partido, que se encargan de que todo salga rodado

Juanan de la Mata junto a un grupo de voluntarias y la Copa de la Reina que ganó el Casademont.

Juanan de la Mata junto a un grupo de voluntarias y la Copa de la Reina que ganó el Casademont. / CASADEMONT ZARAGOZA

Cada partido en el Príncipe Felipe hay un pequeño ejército de personas anónimas vestidas de rojo que parecen invisibles y resultan imprescindibles para que todo funcione. “Tenemos un grupo de unos 95 voluntarios y en un partido normal estamos entre 25 y 30. En días especiales podemos estar hasta 40”, explica Sergio Ligorred, voluntario desde 2003, ahora responsable de este grupo que esta semana ha perdido a uno de sus integrantes más queridos, Juanan de la Mata, fallecido tras un accidente con un patinete.

“Juanan era un pilar. Era mi persona de confianza para estar en la zona VIP. Tenía carisma, le dijeras lo que le dijeras siempre tenía una sonrisa en la boca, te hacía reír, era un pedazo de pan. Una de esas personas que tenía algo”, destaca Ligorred, que añade que De la Mata era también de los más activos fuera del pabellón. “Tanto antes como después de los partidos era el que decía, ‘voy al Iceberg a tomar un vermú o a desayunar, ¿quién se anima?’ o cuando se acercaba la Navidad siempre me preguntaba que cuándo iba a ser la cena de voluntarios. Era el que movía el grupo en ese sentido”, indica.

Sus compañeros están todavía digiriendo todo lo sucedido. Porque el pasado viernes, tras el partido del Casademont contra el Covirán Granada que despedía la temporada, los voluntarios se fueron de fiesta hasta la madrugada. Y ahí estaba Juanan, haciendo reír a todos, pensando en la siguiente temporada. “Él se quería retirar, yo le dije que siguiera un año más, que, ya que habíamos entrado a la vez hace seis años, dejarlo también los dos a la vez y me dijo , ‘por ti me quedo una temporada más’. Y tres días después te llaman para decirte que está en coma… me dio un vuelco el corazón”, explica Israel.

Un trabajo imprescindible

“Era un hombre especial, el que animaba, el que te daba siempre apoyo moral y emocional. Tenía mucha relación con él, para mí era como mi hermano mayor. Era una de esas personas imprescindibles”, continúa Israel, que habitualmente está en los partidos junto a Dj Castas. “Pero luego le echaba una mano o él a nosotros porque nuestras funciones son orientativas, luego nos ayudamos todos”, indica.

Me he reído tanto con él… Era un amigo, siempre te recibía con los brazos abiertos y una sonrisa. Es que no encuentras gente así”, señala Yolanda, voluntaria desde hace cinco años, utillera en los partidos del equipo femenino. “Con las chicas estoy detrás del banquillo, con los chicos, ayudando a Juanan o donde hiciera falta, nunca paramos”, continúa.

No solo los compañeros del voluntariado han quedado impactados por la pérdida. Jugadoras, jugadores, cuerpos técnicos, club… todo el Casademont se ha volcado en su despedida. “Era vecino de Carmen Grande, que le dio su camiseta firmada, Mariona, Vega, Helena, pero también Bell-Haynes puso un mensaje y el club se ha portado muy bien con él”, explica Yolanda. “Mandaron una corona, estuvo la gerencia del club y hasta Porfirio Fisac asistió a la misa de despedida”, destaca Israel. “Está en el corazón de la gente y vivirá en el nuestro para siempre”, añade. Y lo tiene claro: “El año que viene no será lo mismo”.

Los voluntarios son imprescindibles para que en los partidos todo vaya rodado. “Somos unos 25 o 30 en los partidos normales, en pista hay ocho o diez y el resto están en las puertas, la fan zone, con los VIP, en los guardarropa, ahora también con un servicio para personas de movilidad reducida para ayudarles a entrar y salir de sus localidades…”, enumera Sergio Ligorred. Y no solo en los partidos, también ayudan en los eventos del club como en la fiesta de despedida en el Parque de Atracciones que se celebra este domingo.

Son los primeros que llegan al Príncipe Felipe y los últimos en marcharse. “Vamos dos horas antes, preparamos la pista, ponemos las fundas en los asientos de los patrocinadores, repartimos flyers cuando hace falta, preparamos la fan zone con las canastas. Una hora antes del partido se abren las puertas y estamos allí para recibir a la gente. Juanan atendía a los VIPs, les repartía las pulseras de acceso al catering y, cuando faltaba un minuto para acabar el segundo cuarto, bajaba a quitar las puertas de acceso a la pista. Luego hay más gente indicándoles por dónde ir y después atentos a cuando termina el descanso para volver a colocarlos en su sitio. Además en los tiempo muertos preparamos los juegos, concursos, todo el material”, relata Ligorred. El trabajo invisible pero imprescindible de los voluntarios.