Baloncesto

La cantera del Casademont Zaragoza se sube al carro de las mayores

El cadete femenino del club aragonés logra un meritorio tercer puesto en el Campeonato de España, un éxito cimentado en un grupo «tan bueno a nivel humano como deportivo» y que tiene mucho que ver con el crecimiento exponencial del primer equipo, «un espejo donde pueden mirarse»

La expedición al completo del cadete del Casademont, con la medalla de bronce lograda en Galicia

La expedición al completo del cadete del Casademont, con la medalla de bronce lograda en Galicia / Servicio Especial

Arturo Pola

Arturo Pola

Con un primer equipo en expansión y que cautiva allá por donde pisa, Europa incluida, es lógico que las chicas de la cantera quieran emular a las mayores y dejen actuaciones para el recuerdo y para la esperanza de continuar en el futuro con, al menos, el espectacular presente que vive la sección del Casademont Femenino. No siempre se puede estar en lo más alto, así es el deporte, pero si desde abajo se tienen unos referentes y unos valores marcados, el éxito que han cosechado las cadetes aragonesas puede convertirse en un hábito de equipo grande.

El tercer puesto del equipo dirigido por Vidal Abad (formado por jugadores nacidas en los años 2008 y 2009) en el Campeonato de España celebrado en Santiago de Compostela el pasado fin de semana es buena prueba de ello. Las adolescentes del Casademont cuajaron una «gran actuación en una competición muy exigente». «Hay que valorar que las chicas han tenido que jugar siete partidos en siete días, algo a lo que no están acostumbradas. Han sido días muy bonitos, pero también duros», señala el técnico, que agradece al club la oportunidad de entrenar a un grupo «tan bueno a nivel humano como deportivo».

Comenzaron la competición muy fuerte las aragonesas, ganando en la fase de grupos sus tres partidos (Valencia, Sant Adriá y Tenerife) y quedando como primeras clasificadas. «Es cierto que sacamos los tres choques, pero fueron partidos muy igualados que se decidieron en los últimos minutos», relata Abad. Quizá ese desgaste, «también mental», le pasó factura a las cadetes del Casademont en el partido de octavos, donde, a pesar de ser favoritas, el San Blas de Alicante les puso las cosas muy difíciles. «Costó mucho sacarlo, supieron sobreponerse y competir», explica Abad.

Unicaja y el bronce

Los cuartos, ante el Canoe, fue un partido «más cómodo» y ya en semifinales, Unicaja fue demasiado para las zaragozanas. «Son un equipo muy grande y muy físico, tuvimos que plantear varias variantes más técnicas para poder hacerles frente. Llegamos al final con opciones, pero ellas estuvieron más acertadas», afirma el técnico. Todavía quedaba una oportunidad para terminar con buen sabor de boca, la pelea por el bronce. «Fue un reto porque descansamos muy pocas horas y además había que intentar recuperar el apartado anímico del equipo», subraya Abad. Ese trabajo funcionó y, gracias a que las chicas estuvieron «excepcionales», el Casademont logró un meritorio tercer puesto tras superar al Barcelona. Un bronce dedicado a Paula Marcuello y Arancha Aso, que no pudieron viajar hasta tierras gallegas.

El éxito y el auge del baloncesto femenino en Aragón comienzan a dar también resultados en la base, desde donde destacan «la inspiración» que es para las canteranas ver lo que está consiguiendo el primer equipo del Casademont. «Es fundamental para ellas tener un espejo donde mirarse. Además, que estén siendo tan accesibles les genera una mayor ilusión», reflexiona Vidal Abad, que ve en estas cadetes «mucha proyección», aunque es «pronto» para saber si alguna podrá llegar a la élite.