Dos jóvenes vecinas de Zaragoza sufren en la actualidad una depresión cronificada tras haber sufrido durante 12 años abusos sexuales por parte de su padrastro. La tercera víctima es su hija biológica. Lo denunciaron el pasado año y el presunto autor de esta violencia sexual afronta entre 24 y 33 años de cárcel que solicitan las acusaciones particular y pública.

Los hechos por los que se sentará L. L. P. en el banquillo de la Audiencia de Zaragoza se remontan a 2008 cuando vivían en los Estados Unidos, continuando en la capital aragonesa, ciudad a la que se trasladaron. Según relataron, el acusado con ánimo libidinoso, desde que las menores contaban con 8 años, les efectuó tocamientos en sus órganos genitales y ya en España les solicitaba de forma alternativa, que durmieran con él en el sofá del salón, a lo que las menores accedían por miedo a lo que les pudiera pasar

Así, supuestamente, desde el año 2008 hasta abril de 2020, teniendo inicialmente una de ellas 8 años. El acusado, presuntamente, aprovechó cuando dormía con él para efectuarle tocamientos en sus órganos sexuales llegando en diversas ocasiones a frotar el pene, en la entrada de la vagina de la menor hasta eyacular.

Con respecto a otra de ellas, que tenía 9 años, el procesado, supuestamente, se metía en su cama efectuándole tocamientos en la vagina y zona de los pechos, que siguió efectuando cuando esta a su requerimiento dormía con él en el sofá, llegando a penetrarla vaginalmente, reiterando dichas penetraciones los domingos que la menor dormía con él en el sofá hasta junio de 2019, ya que a causa de la depresión que la menor padecía comenzó a dormir con su madre, según resalta el abogado de la acusación, Rafael Ariza, quien añadió que «han tenido que ser tratadas de graves secuelas psicológicas en centro de salud de Sagasta», en la capital aragonesa.

L L. P. estuvo en prisión provisional por estos hechos, consiguiendo la libertad a petición de su abogado Alejandro Sarasa, aunque con la condición de no poderse acercar a ellas ni comunicarse.