Dos trabajadores del 061 estaban tranquilamente realizando un servicio de urgencias a domicilio en Zaragoza cuando, una vez estacionados, vieron cómo un desconocido abría la puerta y al llamarle la atención les tiraba el material al suelo y pateaba el coche. Su agresividad fue a más puesto que la emprendió con el conductor de este servicio e incluso agredió a los policías nacionales que le detuvieron.

El suceso tuvo lugar sobre las 01.20 horas en el paseo Damas con doctor Casas, en el centro de la capital aragonesa. Allí se encontraba estacionado el turismo del 061 con los dos trabajadores en el interior. No era el único coche que había aparcado en la zona. Un hombre, que resultó ser el agresor, A. M. D. K., de origen alemán y muy corpulento, comenzó a intentar forzar los vehículos hasta que llegó al sanitario. De repente, este hombre abrió la puerta para sorpresa de los dos trabajadores del Salud que se asustaron por lo anormal de la situación.

De repente, vieron que A. M. D. K. comenzó a sacar del interior del vehículo diferente material sanitario, siendo recriminado por los sanitarios. Pero le dio igual, por lo que decidieron llamar a la sala del 091 que rápidamente activó a la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Por la zona estaba una patrulla K, que es como se conoce a las dotaciones camufladas de la Policía Nacional que realizan las mismas labores que los uniformados pero con la salvedad de que pasan desapercibidos, que se personó en el lugar.

La presencia de los agentes no rebajó los ánimos de este hombre, sino todo lo contrario. Forcejeó con el conductor, llegándole a producir un golpe en la cabeza. Tras él fueron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que, previamente, se habían identificado como policías al ir de paisano. Les llegó a tirar al suelo y a mostrar una gran resistencia durante su detención, si bien consiguieron reducirlo.

Las intenciones que tenía A. M. D. K. de abrir los coches son en estos momentos objeto de investigación policial por lo que, por el momento, no se le imputa el robo en grado de tentativa, aunque sí los delitos de lesiones y atentado a agentes de seguridad. Todo apunta a que este hombre, hospedado en un hotel de Zaragoza, estaba bajo los efectos del alcohol cuando cometió los hechos.

El Ministerio del Interior cifra en 5.857 los delitos contra la autoridad, sus agentes y funcionarios públicos registrados hasta agosto, una cifra ligeramente inferior que la de 2019, en tanto que en 2020 estas infracciones aumentaron por el papel de los cuerpos policiales en el control del cumplimiento de las restricciones impuestas por la pandemia. Así consta en el Sistema Estadístico de Criminalidad de la Secretaría de Estado de Seguridad con información relativa a todos los cuerpos policiales desde 2011, que incluyen los hechos conocidos por las fuerzas de seguridad sobre los delitos de atentado contra la autoridad y los agentes, así como los daños en la vía pública y en vehículos.