Entre siete y diez establecimientos comerciales y bares del centro de Zaragoza, situados en el entorno del paseo de Teruel y Hernán Cortés, sufrieron robos en la madrugada de ayer y numerosos vehículos estacionados en la calle Madre Sacramento resultaron con los cristales rotos.

El o los ladrones entraron en los locales tras romper las lunas de los escaparates o los cristales de las puertas, en ocasiones con tapas de alcantarilla, con el fin de apoderarse del dinero de las cajas registradoras. Posiblemente un coche les esperaba fuera para emprender la huida.

Empleando tapas de alcantarilla y otros objetos contundentes, los autores de los delitos se abrieron paso para entrar en los negocios y causaron en todos ellos unos daños muy elevados.

La Policía Científica, que acudió a la zona en cuanto fue avisada, pudo comprobar que entre los vidrios rotos había algunas manchas de sangre y está utilizando las grabaciones de las cámaras de seguridad de los establecimientos afectados para determinar la identidad de los asaltantes.

Los hechos se produjeron entre las 3.00 y las 5.00 horas y se tiene la certeza de que son obra de la misma persona o el mismo grupo por la cercanía entre las tiendas afectadas (todo ocurrió en un radio de 150 o 200 metros) y porque en todos los casos se repite la brutal forma de actuar.

Los cambios y botellas de alcohol

Entre los comercios afectados figuran una pastelería, una peluquería, una chocolatería, una frutería, una librería y una tienda de lámparas. «Se han llevado el contenido del cajón de la caja registradora, unos pocos cambios, y unas cuantas botellas de alcohol, con un valor aproximado de 400 euros, a los que hay que sumar el cristal de la puerta», señaló ayer el dueño de la pastelería, el obrador Beyma, en plena vorágine por la elaboración del tradicional roscón de Reyes.

En la librería los ladrones rompieron tres cristales del escaparate de la parte trasera, con un valor de unos 3.000 euros, y se llevaron los cambios de la caja. «Es la segunda vez que sufrimos un robo de este tipo», indicó Ana, propietaria del local. «Había un poco de sangre en los cristales rotos», añadió. También faltaban monedas en la caja registradora, precisó. «Nos hemos dado cuenta al abrir a las nueve de la mañana y ver el desorden», explicó. «Además, entraba el aire por el boquete que han dejado en las lunas», continuó. 

En la tienda de lámparas, los daños en uno de los escaparates ascienden a 5.000 euros, aproximadamente. «Se han colado por el hueco que han abierto y han revuelto algo en el interior, pero no se han llevado nada, no han abierto lo cajones y ni siquiera han entrado en la oficina», manifestó Emilio, el dueño.

La puerta del obrador de pastelería Beyma fue golpeada con una tapa de alcantarilla. JOSE MIGUEL CALVO

«Es la primera vez que nos pasa algo así», agregó. «Los daños los cubrirá el seguro pero el trastorno es grande», comentó el responsable del establecimiento.

Curiosamente, los intrusos no tocaron las lámparas ni el mobiliario, como si se hubieran marchado rápidamente tras comprobar de un vistazo que no había nada de su interés.

Una grabación comprometedora

En la calle Madre Sacramento, situada en las inmediaciones, los ladrones se cebaron con los coches aparcados. Golpearon las lunas de los vehículos con el fin de poder entrar para apoderarse de los objetos de valor que pudiera haber dentro.

Ahora, los investigadores de la Policía Científica de la Jefatura Superior de Justicia de Aragón tiene en su poder una grabación de cámara de seguridad, facilitada por uno de los comerciantes afectados, en la que se ve a una sola persona dentro del establecimiento.

En las imágenes captadas se ve además cómo ese asaltante fuerza la caja registradora y se apodera de varias botellas colocadas en los expositores.