Los accidentes de tráfico en los que se ven envueltas, como causantes o, más frecuentemente, como víctimas, personas mayores de 65 años son un hecho recurrente en las calles y carreteras de Aragón. En las últimas fechas, un hombre de 85 años y una mujer de 80 han muerto en el municipio de Zaragoza por esta causa: el primero, arrollado por un camión en la salida de la A-68 hacia Tudela, y la segunda, atropellada por otro vehículo pesado en la avenida Tenor Fleta.

Pese a esta trágica coincidencia, en los últimos años se constata un descenso de la mortalidad en las vías urbanas e interurbanas de Aragón. Una tendencia positiva que, en cambio, no se extiende al número de heridos graves. Estos, al contrario, han experimentado un incremento «preocupante», según los expertos, que cifran en 55 las víctimas hospitalizadas durante el pasado ejercicio, hasta el 30 de noviembre.

Solo un año antes, el número de heridos que requirieron hospitalización fue de 47, según datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT).

Por tipo de vías, el pasado ejercicio requirieron hospitalización 19 personas que sufrieron accidentes en vías interurbanas y 36 que se vieron envueltas en siniestros registrados en las calles de pueblos y ciudades. Un año antes, en 2020, las cifras se elevaron a 25 y 22 heridos graves, respectivamente, una estadística que muestra la creciente peligrosidad de las vías urbanas para el tráfico rodado. 

De 15 a 7 víctimas mortales

En cuanto a víctimas mortales, en 2021, hasta el 31 de diciembre, fallecieron siete personas del grupo de edad situado por encima de los 65 años. En comparación con las cifras de los años anteriores, se constata un descenso de fallecimientos, dado que en 2019 hubo 18 y en 2020 se produjeron 15 en accidentes ocurridos en vías urbanas e interurbanas.

La especial vulnerabilidad de las personas mayores explica en gran medida la diferencia que existe entre la población censada de mayores y su superior presencia en las cifras de siniestralidad como víctimas de accidentes de tráfico, señalan fuentes de la DGT.

En torno al 26% de los muertos y heridos en las carreteras y en las zonas urbanas de España pertenecen a la población jubilada, es decir, más de una cuarta parte del total de víctimas.

Los datos corroboran esta circunstancia, ya que todos los peatones fallecidos en Aragón en 2021 en el ámbito urbano eran mayores de 65 años, así como 24 de los 51 viandantes que resultaron heridos en accidentes ocurridos en calles y avenidas y tuvieron que ser hospitalizados.

El conductor del turismo falleció al ser arrollado por un camión cuando empujaba su vehículo en la A-68, a la salida de Zaragoza en sentido Tudela. GUARDIA CIVIL

Peatones atropellados

El patrón de los accidentes varía según el tipo de vía, según la DGT. En las interurbanas las personas de 65 años y más que fallecieron y resultaron heridas de gravedad eran sobre todo conductores y pasajeros de turismo. Pero en las vías urbanas los fallecidos y heridos fueron principalmente peatones atropellados al cruzar calles.

Todos estos datos (cerrados a 30 días en 2019 y 2020 y a 24 horas en 2021) revelan la magnitud del problema que representa el colectivo de mayores de 65 años en asuntos de seguridad vial.

Pero los expertos sostienen que no se ha demostrado que exista una relación directa entre una edad avanzada y una mayor probabilidad de verse envueltos en siniestros viales, bien como causantes o como víctimas.

«No se puede asegurar que la edad sea un factor diferencial»

«No se puede asegurar que la edad sea un factor diferencial», señala Juan José Alba, miembro del Grupo de Seguridad Vial y Accidentes de Tráfico, que precisa que en nuestro país no existen estudios que profundicen en la cuestión de la edad y la accidentabilidad.

«Está claro que, a partir de determinada edad, los reflejos y el grado de atención con que se realizan determinadas acciones no son los mismos», subraya el profesor Alba. Pero indica que, más allá de ese dato verificable, no hay pruebas de una mayor incidencia de accidentes en las personas mayores.

«Los mayores de 65 años no son una franja de edad más propensa a sufrir siniestros viales, es un problema que afecta a todas las edades sin excepción», apunta Miguel Bernal, responsable en Aragón de Stop Accidentes.

Mayor siniestralidad en repartidores

Bernal propone medidas para reducir la incidencia de los accidentes en los mayores, entre ellas «una revisión médica más exhaustiva de lo que es actualmente». Pero no es partidario de privar del carnet de conducir a los ancianos a partir de determinada edad, «porque esa medida radical supone limitar su vida sin tener en cuenta las circunstancias personales de cada uno de ellos».

«Nosotros no hemos notado que las personas mayores sean más propensas a sufrir accidentes», asegura Agustín Tafalla, que dirige la mutua El Volante Aragonés, entidad con un alto porcentaje de clientes que rebasan la edad de jubilación.

«Hay un tipo de conductores, ligados al comercio electrónico y, más ampliamente, al reparto de mercancías, que sí generan preocupación por su elevada tasa de accidentabilidad», advierte.