Prefiere no revelar su nombre por temor a represalias, pero el Grupo de Robos con Violencia de la Jefatura Superior de Policía de Aragón ya investiga su denuncia. Este hombre iba caminando por la calle San Vicente Mártir, en el centro de Zaragoza, cuando fue abordado por un grupo de jóvenes. Estos le quitaron 750 euros de la recaudación que se llevaba a casa, el móvil iPhone que portaba en el bolsillo y un reloj de la marca Rolex valorado en más de 6.000 euros.

Ocurrió sobre las 03.15 horas. Este hombre había bajado la persiana una hora antes y había decidido, después de recoger y limpiar todo, tomar una consumición en otro bar cercano. A la salida sintió, según explicó a este diario, que unos jóvenes le perseguían. «De repente me rodearon, no entendía lo que me querían decir y me empezaron a manosear. De repente me dejaron sin nada de valor que llevaba encima», lamenta este hombre que denuncia que la zona de San Vicente Mártir y María Lostal «se está poniendo complicada por las noches». «Menos mal que mucha gente paga con tarjeta de crédito, que si no me hubieran desplumado. Siento mucha impotencia porque el reloj fue un regalo de hace 23 años y tenía detrás una historia y un simbolismo», apostilla.

Una sensación de inseguridad que un comerciante, que prefiere también mantenerse en el anonimato, comparte. «A una chica le robaron de forma violenta hace unos días y entró la Policía Nacional a pedirme las imágenes de las cámaras de seguridad, pero ya las había borrado», incide, mientras también reclama más presencia policial en la zona.

En el mismo sentido se manifiestan varios vecinos de María Lostal que se despertaron la semana pasada, en medio de la madrugada, al escuchar unos disparos. Una patrulla de la Policía Local que estaba en las inmediaciones también los oyó, trasladándose a esta vía y deteniendo al sospecho al que le arrebataron un arma corta. Por suerte, no hubo que lamentar heridos y el suceso se quedó en unas amenazas a otros jóvenes.

Desde la Jefatura Superior de Policía de Aragón incidieron en que la presencia de patrullas es habitual por ser una zona de concentración de establecimientos de ocio nocturno.