SUCESOS EN ARAGÓN

El solo sí es sí abre tres grietas en sentencias en Aragón

Esta semana se han concedido dos rebajas, una en Huesca y otra en Zaragoza, siendo esta última la de más años y que beneficia a un violador que dejó moribunda a una mujer

Furgón policial con detenidos accediendo a la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Furgón policial con detenidos accediendo a la Audiencia Provincial de Zaragoza. / ANGEL DE CASTRO

Ya han pasado tres meses desde la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí de la que 180 condenados por delitos sexuales se han beneficiado de la reformulación de penas de esta nueva norma. Seis de esas rebajas las ha firmado el Tribunal Supremo, pese a que es el Alto Tribunal en el que se apoyan las esperanzas del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos para fijar jurisprudencia y mitigar la polémica. En Aragón, tres sentencias se han agrietado tras pedir los respectivos reos que fallaran a su favor tras el cambio legislativo. La Audiencia de Zaragoza ha firmado dos reducciones y ha rechazado una tercera, mientras que en Huesca se ha estimado la primera concesión a un violador tras una decena de noes. En Teruel todavía no se ha estimado ninguna.

En todos los casos las fiscalías provinciales emitieron informes negativos tras así acordarlo la Fiscalía General del Estado; uniéndose de este modo a los rechazos planteados por los abogados de las víctimas. Y es que los magistrados firmantes de estas resoluciones judiciales, antes de tomarlas, han escuchado a las partes y estudiado la nueva ley en la que los abusos pasan a llamarse agresiones y en la que la gravedad de los hechos se fija con los años de prisión. En síntesis, el límite mínimo para los delitos de violación pasa de una horquilla de 6 a 12 años a otra de 4 a 12 años, por lo que en los casos ya sentenciados el fallo señala que se establece la pena mínima, el tribunal se ve en la obligación de aplicar el principio de ir en favor del reo.

Tres decisiones que atisban muchas más puesto que, tal y como reconocen fuentes judiciales consultadas, los recursos registrados se cuentan por decenas. Un hipotético cambio de la norma no impediría volvería atrás a los casos revisados, ni tampoco los que ya están sobre la mesa de los despachos judiciales de los tribunales provinciales. Sí cambiaría a futuro.

De oficio

Es tal el volumen de solicitudes de delincuentes sexuales que los magistrados de la Audiencia Provincial de Zaragoza no han podido estudiarlas de oficio, tal y como acordaron en una reunión colegiada en la que hubo diferentes visiones entre magistrados progresistas y conservadores. Al final consideraron que iba a estudiar todas las sentencias firmes las pidieran o no los condenados. El cónclave fue presidido por Alfonso Ballestín, quien también forma parte de la asociación progresista de la judicatura Juezas y Jueces para la Democracia (JJyD), quien señaló, en declaraciones a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, que su papel ahora es la de «cumplir la ley y esta es así». No obstante, quiso destacar que la nueva normativa tiene aspectos positivos como que haya centros específicos de atención a violencias sexuales durante 24 horas de manera presencial, haciendo un abordaje social, psicológico y físico. Asimismo, presta especial atención a los menores, estableciéndose protocolos, además de fomentar la investigación. También modifica la ley de extranjería, esta ley protege a todas, estén o no estén situación irregular.

Unas mejoras empañadas por los beneficios otorgados a delincuentes sexuales en los que «en ningún caso se hará una nueva individualización judicial de la pena. La única pauta a tener en cuenta será el juicio abstracto de proporcionalidad de la nueva norma», según advirtió Ballestín.

La primera sentencia firmada que benefició a un condenado la firmó la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza. Fue a un joven de 27 años que reconoció en el juicio que «se le había ido la cabeza» al abusar sexualmente de la hija de su cuñado de 13 años.

Marlon Joel Ponce fue condenado a una pena de diez años y medio de prisión por unos hechos que se remontan al verano del 2019. Desde la cárcel solicitó al tribunal provincial que le castigó una revisión de su sentencia y ahora los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia zaragozana han estimado su solicitud, rebajando el fallo a 9 años y 9 meses de cárcel.

No modifican ni los siete años de libertad vigilada, ni el pago de 9.000 euros por los daños morales causados a la víctima; sí que sea expulsado nueve años del país, ya que el acusado, de nacionalidad hondureña, lleva años viviendo en España de manera irregular. Esto solo podrá efectuarse cuando haya cumplido las dos terceras partes de la pena.

Destaca el magistrado ponente que antes del cambio de ley el delito que cometió Marlon Joel Ponce estaba castigado, teniendo en cuenta la continuidad del mismo, entre los 8 y los 12 años, considerando en aquel momento que «debían ser impuestas en su rango inferior, pero no en su grado mínimo, atendiendo las circunstancias de la víctima y el sufrimiento en la misma durante un prolongado periodo de tiempo». Ponce conocía a la niña desde que ella tenía 6 años, por lo que era plenamente consciente de su edad cuando en el verano de 2019, aprovechando que la niña de 13 años fue a pasar las vacaciones a casa de su padre (pareja de la hermana del acusado), la convenció para mantener relaciones sexuales completas. Nunca mostró arrepentimiento.

El mismo día que notificaban dicha resolución, el mismo magistrado ponente, José Ruiz Ramo, rechazó otro recurso a un delincuente sexual. Este segundo penado, Esteban Arnal, fue condenado a dos años y medio de cárcel por un delito continuado de abuso sexual de una joven de 13 años y pretendía rebajar la condena. «Considerando que la pena mínima a imponer con el nuevo texto legal sería la de 5 años y la que se le impuso fue la de dos años y seis meses, teniendo en cuenta que siempre hay que aplicar lo más favorable al reo se desestiman las pretensiones», afirmó el juez.

Esta semana se han firmado otras dos rebajas, una también en Zaragoza y otra en Huesca. La firmada en la capital aragonesa fue uno de los casos más brutales que se recuerdan en los últimos tiempos en la ciudad, pues al agresor no le bastó con violar a la víctima, sino que la dejó moribunda en un descampado del barrio de Valdespartera. José Manuel Calvo Ropero, hermano del asesino machista de Katia, fue condenado a 14 años de cárcel por un delito de agresión sexual y otro de lesiones. Cumple condena en la cárcel de Zuera, donde recibió la noticia de boca de su abogado José Luis Melguizo. Le han quitado cuatro años de castigo.

Violada y abandonada moribunda

La agresión se remonta al 11 de agosto de 2021. Eran las 17.30 horas y José Manuel Calvo Ropero conducía su vehículo por la calle Ramón y Cajal, en la zona de Pignatelli, cuando paró a la víctima que ofrecía sus servicios sexuales. Ambos pactaron una serie de condiciones sobre las relaciones que iban a mantener como, por ejemplo, el uso de preservativo. Tras ello, la joven se montó en el turismo para dirigirse a la vivienda del agresor, donde él le propuso realizar sexo anal y sin preservativo.

La víctima se negó a mantener este tipo de relaciones sexuales y la sometió con amenazas de muerte: le golpeó con gran fuerza y, con sus dos manos, le agarró del cuello para asfixiarle, hasta el punto de provocarle la pérdida de conocimiento. De esta forma logró vencer su resistencia activa y la agredió a puñetazos, lo que le provocó un traumatismo craneal. También sufrió lesiones en su zona íntima por lo que tuvo que ingresar en estado muy grave en el hospital Materno Infantil de la capital aragonesa. Allí fue intervenida quirúrgicamente en varias ocasiones. Incluso fue tal la pérdida de sangre que precisó de transfusiones sanguíneas. La joven pudo salvar su vida gracias a que llevaba consigo el móvil con el que llamó al 112. Por suerte, su agresor no se lo quitó. Dos meses después murió como consecuencia de las lesiones que agravaron su débil estado de salud.

En Huesca se otorgó la primera rebaja a un delincuente sexual esta semana, después de una docena de autos en los que se rechazaban las reducciones de pena. Fue el caso de un joven al que le han quitado dos años de una condena de 6.

El tribunal, tras valorar los hechos y las distintas versiones aportadas por el acusado y la víctima, da veracidad al testimonio de la joven y opta por imponer la condena mínima en grado por este delito, 4 años de cárcel, tras referirse a las modificaciones establecidas a partir del referido texto legal.

La sentencia destaca que la noche del 27 de junio de 2019, el acusado, que tenía 19 años en esos momentos, invitó a la víctima, que había cumplido un mes antes los 18 años, a ver una película en su casa, y que en un momento dado ambos comenzaron a besarse en el sofá donde se encontraban.

El tribunal considera probado que la joven rechazó continuar cuando su compañero le tocó sus genitales, y que ambos continuaron viendo la película hasta que la víctima pidió un vaso de agua.

Los magistrados, a tenor de los testimonios y pruebas practicadas, relatan que el joven aprovechó esta situación para coger de la mano a su víctima para llevarle hasta el dormitorio y llevar a cabo la presunta violación.

La Audiencia de Huesca asume que ambos jóvenes se conocían y que, incluso, habían intercambiado en las redes conversaciones de índole sexual desde un mes antes, pero también que la chica, que había mantenido relaciones con terceras personas que le habían dejado una huella negativa, le había advertido unos días antes a su presunto agresor que sólo aceptaría «como mucho, mordiscos en el cuello».

Tras dar veracidad al testimonio de la víctima a partir de su testimonio y de sus conversaciones telemáticas, el tribunal, que hace constar que la víctima no recibió atención psicológico posterior, impone 4 años de prisión al joven acusado, prohibición de acercarse a la chica a menos de 200 metros durante 10 años y 5 años de libertad vigilada, así como una indemnización por los daños morales causados de 5.000 euros.  

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