Ocho años de cárcel por retener y violar a una mujer en su casa en Zaragoza

El tribunal se fija en la "credibilidad" de la víctima y en el informe forense

El acusado durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.  | A. T. B.

El acusado durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza. | A. T. B. / l. m. g. / a. t. b.

Abandonó su domicilio para tomar unas copas y despejarse tras haber mantenido una discusión con su pareja, pero nunca pensó que acabaría retenida en un domicilio del barrio zaragozano de San José. Allí Gheorghe Curtuius, de 38 años, le obligó a hacerle una felación y la penetró vaginalmente con un dedo. El encausado negó la mayor durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza, pero los magistrados consideraron que e s culpable y le han impuesto 8 años de prisión.

Los hechos probados se remontan a entre las 6. 00 y las 11.00 horas del 30 de diciembre de 2019 cuando el procesado propuso a su víctima, a la que había conocido esa misma noche y con la que había estado tomando consumiciones en dos locales nocturnos, tomar la última copa, aceptando ella.

Una vez en el interior del domicilio, Gheorghe Curtuius y la joven tomaron una cerveza. En un momento dado, él le propuso ir al dormitorio "pues había una cama de matrimonio, y estaría más cómoda". Una vez allí le dijo "que se portase bien o que sería peor, produciéndose entre ambos un forcejeo, poniéndose el procesado violento, diciéndole: ‘Si no te estas quieta te mato’". A partir de ese momento, ella la agredió sexualmente, llegándole a arrancar un mechón de pelo durante el forcejeo.

No había testigos, pero la mujer no dudó en denunciar ante la Policía Nacional, activándose el protocolo en el que fue atendida en el hospital universitario Miguel Servet de Zaragoza. Su revisión por parte de la forense ha sido fundamental para la condena, pues la médico legal destacó en su informe lesiones en sus extremidades y en la zona vaginal.

Los magistrado de la Sección Primera de la Audiencia de Zaragoza han valorado este peritaje, así como la declaración de la víctima por ser "contundentes, creíbles, verosímiles, y no consta ninguna incredibilidad por motivos espurios, porque previamente a los hechos no conocía de nada al procesado". También resaltan que no titubeó en la identificación del sospechoso ni en sede policial ni judicial.

La sentencia no es firme, por lo que puede ser recurrida por el abogado defensor, Jesús Badenas, quien insistió en el juicio que si la sentencia era condenatoria se debía aplicar la ley del solo sí es sí y que el máximo castigo fueran cuatro años de prisión frente a los ocho que le han impuesto.