SUCESOS EN ARAGÓN

Tres detenidos por una ola de robos en pueblos de Aragón

Tenían fijación por furgonetas de albañiles para sustraer herramientas

Un agente de la Guardia Civil, de espaldas, junto a un vehículo oficial.

Un agente de la Guardia Civil, de espaldas, junto a un vehículo oficial. / GUARDIA CIVIL

La Guardia Civil ha detenido a tres hombres como supuestos autores de una oleada de robos en vehículos de diferentes municipios de la provincia de Zaragoza. Hasta el momento se les imputan más de una docena de sustracciones, si bien la investigación no está cerrada y podrían ser los responsables de otras sustracciones.

Los arrestados, A. G .G., C. P. G. y J. P. G., de origen español, elegían las furgonetas estacionadas que pertenecían, principalmente a albañiles, y la forzaban para poder acceder a las mismas. Una vez en el interior saqueaban todos lo que había en su interior y que pudieran vender en el mercado de segunda mano.

Esta banda actuó en Casetas, Cariñena, El Burgo de Ebro, Alfajarin, Caspe, Zuera, Villanueva de Gállego, Pinseque y Alagón, entre otras localidades; generando una gran alarma en un momento en el que otras zonas de Aragón como Andorra o Barbastro también se están produciendo robos en vehículos y naves de agricultores y ganaderos. Una situación que ha llevado a sindicatos agrarios a pedir más agentes del instituto armado en un medio rural cada vez más despoblado y en el que se estima que faltan 500 agentes.

Los arrestados, asistidos por la abogada Olga Oseira, fueron puestos en libertad por el Juzgado de Instrucción número 11 de Zaragoza.

Otros robos en la zona de Cariñena

Valdejalón y el Campo de Cariñena son dos comarcas colindantes que en las últimas semanas se han convertido en el patio de recreo para un grupo de vándalos que campa a sus anchas entre sus fincas agrícolas y ganaderas. Llevan sembrando el caos desde principios de año en estas explotaciones de La Almunia de Doña Godina, Ricla o Calatorao y ahora han hecho lo propio en Cariñena, Alfamén, Encinacorba y Aguarón. El modus operandi es el mismo: revientan las puertas de los almacenes, roban vehículos de su interior y les prenden fuego.

Así acabó la Opel Zafira que Rubén utiliza en la finca La Rinconada de Alfamén. "Serán los mismos", asegura el director comercial de esta central hortofrutícola, que también ha sufrido el robo de una moto. Estos daños, «tranquilamente», pueden llegar a los "10.000 euros" y, en su caso, ya ha formulado denuncia ante la Guardia Civil, la solución que propuso y mantiene la Delegación del Gobierno en Aragón para frenar esta oleada de vandalismo. Sin embargo, Rubén insiste en que los controles policiales "a las cinco de la tarde" carecen de sentido. "Es difícil que a esa hora entren a robar", concreta este vecino de Alfamén, que apuesta por "patrullas nocturnas" del Instituto Armado para dar con estos delincuentes.