SUCESOS EN ARAGÓN

Juicio por prostitución en Quinto: "Me dijo que si se la chupaba me daría 10 euros"

Una joven de 13 años y con una discapacidad del 46% denuncia unos episodios de violación

La Fiscalía pide 23 años de cárcel e incide en los mensajes que le enviaba por WhatsApp

Jesús Alfonso, en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Zaragoza. | EL PERIÓDICO

Jesús Alfonso, en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Zaragoza. | EL PERIÓDICO / a. t. b.

Los delitos contra la libertad sexual traen consigo dos relatos totalmente contrarios por parte de la víctima y el acusado, tal y como sucedió ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza en relación a una supuesta trama de corrupción de menores y violaciones en Quinto. Una joven de 13 años por entonces y con una discapacidad mental del 46% denunció que, entre agosto y diciembre de 2021, Jesús Alfonso G. O. le había pagado en varias ocasiones para mantener relaciones sexuales e incluso le había incitado a ejercer la prostitución en localidades vecinas a cambio de que él se llevara una comisión de un 5%. Antes, el acusado ya se había enrocado en un «jamás, en mi vida».

Más allá de este par de relatos, la Fiscalía hizo especial hincapié, primero, en las llamadas por medio de número oculto con las que Jesús Alfonso se dirigía a la chica y, segundo, en las capturas de pantalla aportadas por la denunciante y en las cuales se podrían apreciar mensajes de WhatsApp como, por ejemplo, «me gustaría que vinieras aunque fuera la última vez», «por favor, aunque solo sea media hora», «hace días que no te veo y te echo en falta» o «que no te oiga nadie cuando hablemos».

A juicio del ministerio fiscal, estos archivos permiten desmontar el relato de los hechos que ayer expuso el procesado, quien insistió en que él solo se había puesto en contacto con la chica para ofrecerle un puesto de trabajo «escobando» el salón de su vivienda. Sin embargo, la fiscal argumentó que los mensajes anteriores «no son del contenido de una relación laboral», recalcó el «ánimo de ocultación» derivado de las llamadas con número oculto y evidenció que Jesús Alfonso nunca llegó a dar una explicación –«no recuerdo exactamente», aseguró durante el juicio– sobre la naturaleza de estos mensajes.

Ambos coincidieron en que se conocieron durante una tarde de ese mismo verano de 2021, cuando la joven acompañó a dos amigos a limpiar el coche de los miembros de este clan y fue entonces cuando el procesado le solicitó su número de teléfono. «Me dijo ‘ven aquí, que creo que tengo un trabajo para ti’. Luego ya tuvimos unas conversaciones a través del teléfono y fui con él a una casa enfrente del pabellón. Allí me dijo que, si se la chupaba, me daría diez euros. Otro día nos fuimos a un campo y follamos. De ahí fuimos a Gelsa, me dio marihuana y compramos botellas de alcohol», declaró ayer la chica.

El informe pericial practicado por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imclfa) constató que algunos rasgos de su personalidad –«tiene muy poco miedo y es muy impulsiva»– le convierten en «una víctima muy fácil y vulnerable». «Es un relato con detalles, consistente y congruente con lo declarado anteriormente», precisó la psicóloga forense sobre su encuentro con la menor.

Por todo lo anterior, el acusado afronta 25 años de cárcel a petición de la acusación particular ejercida por el letrado Enrico Brusaterra y 23 años a petición de la Fiscalía como presunto autor de un primer delito de agresión sexual y un segundo delito de corrupción de menores con las agravantes de abuso de superioridad y situación de vulnerabilidad. La indemnización asciende a 20.000 euros y se incluye una orden de alejamiento durante 15 años. Por su parte, el abogado de la defensa, Ignacio Loyola Ramiro, solicitó la absolución de su representado, quien se pronunció en los siguientes términos: "Yo le comenté si podía venir a escobar el salón y le daría diez euros a la hora o ropa porque hemos sido vendedores ambulantes. Se lo dije porque vi más sencillo pasar un cepillo que estar limpiando coches".