SUCESOS EN ARAGÓN

La Policía investiga la muerte de un vecino que ha aparecido degollado en su casa de Zaragoza

Homicidios baraja varias hipótesis, entre ellas, que se trate de un suicidio o un homicidio

Los servicios sociales del ayuntamiento fueron a visitar el piso porque no abría la puerta

Levantamiento del cadaver que ha aparecido degollado en Las Fuentes

El Periódico de Aragón

El barrio de Las Fuentes de Zaragoza se levantó este miércoles sobresaltado por la aparición del cadáver de un vecino en el interior de su vivienda ubicada en el número 6 de la calle Jaime Herrerín. El hombre, de mediana edad e identificado bajo las iniciales de I. G. H., presentaba un corte sangrante en el cuello y ahora el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón baraja varias hipótesis a la hora de determinar la naturaleza de su defunción: desde que el propio finado se autoinfligiera el citado corte hasta que fuera víctima de un ataque por parte de un tercero. Al cierre de la edición de este diario, todavía no se había confirmado si se trataba de un homicidio o de un suicidio porque está previsto que los profesionales del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) le practiquen este jueves la autopsia al cadáver.

Según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, la voz de alarma saltó a primera hora de la mañana, en torno a las 9.00 horas. Hasta este bloque de pisos de la calle Jaime Herrerín se habían desplazado los servicios sociales del Ayuntamiento de Zaragoza junto a una dotación de la Policía Local porque el propietario del 4º izquierda no abría la puerta a pesar de ser requerido para ello. Como ayer tampoco respondió nadie desde el interior del domicilio, fueron comisionados los bomberos del consistorio para abrir la puerta.

La sorpresa fue mayúscula porque se encontraron con el cuerpo sin vida de I. G. H. con un corte sangrante en el cuello, por lo que se activó el protocolo de actuación ante este tipo de casos. Allí se personaron los efectivos del Grupo de Homicidios, quienes ahora sopesan varias posibilidades sobre la causa de su muerte: desde un suicidio hasta un homicidio. Precisamente, las conclusiones de la autopsia que previsiblemente se practicará hoy al cuerpo revelarán resultados muy esclarecedores de cara a la investigación como, por ejemplo, si el muerto se pudo infligir él mismo esas lesiones o si son incompatibles con fines autolíticos.

De todo ello se dio traslado al Juzgado de Instrucción número 11 de Zaragoza, que ayer se encontraba en funciones de guardia. Fue el propio juez quien autorizó el levantamiento del cadáver pasadas las 13.00 horas para ser trasladado por parte del furgón de la Hermandad de la Sangre de Cristo al Instituto de Medicina Legal. En paralelo, los agentes de Policía Científica recabaron pruebas del interior del domicilio y de las escaleras del inmueble hasta bien entrado el mediodía. Entre ellas, tomaron muestras de las barandillas y del suello para obtener huellas dactilares.

El suceso pilló por sorpresa a los vecinos de este edificio, con quienes se entrevistaron los agentes en aras de recabar algún hilo que pueda ayudar a esclarecer los sucedido. Uno de ellos reconoció a este diario que mantenía una buena relación con I. G. H. ­–«yo he hablado mucho con él porque estaba solo y me preguntaba siempre cómo se buscaba trabajo», señaló– al tiempo que concretaba que «dos días» antes le había visto en el rellano. «Era un buen hombre y muy buena persona», reconoció.

Fueron los propios vecinos quienes señalaron que el finado tenía a su cargo un husky y un par de gatos, por lo que era habitual verle pasear al can por el barrio. «Hace dos o tres días estaba ahí en la acera con el perro. Cruzaba de allí y yo me marchaba por el otro lado», recordó una vecina. «Tenía buena amistad porque él siempre me preguntaba cómo llevaba la muerte de mi marido. Su madre murió casi por entonces», añadió la misma. Otra afirmó que hacía «días» que no le veía. «Antes te podías encontrar por las escaleras, pero ahora con el ascensor...», finalizó.