SUCESOS EN ARAGÓN

Juicio en Zaragoza: "Él no iba a usar protección y le dije varias veces que no quería continuar"

Una joven acusa a un padre de familia de forzarle a mantener relaciones sexuales

La acusación solicita diez años de cárcel y una indemnización que asciende a 6.000 euros

Alfredo A. T., ayer, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Alfredo A. T., ayer, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

Hace tiempo que los abusos y las agresiones sexuales copan un alto porcentaje de los juicios señalados en la Audiencia Provincial de Zaragoza. Ayer, la Sección Tercera volvió a celebrar uno de esos plenarios con declaraciones cruzadas por el consentimiento y la ausencia de asentimiento en el marco de un episodio de relaciones sexuales. «Él no iba a usar protección y le dije varias veces que no quería continuar. Me forzó, no paró y no me hizo caso», declaró la supuesta víctima. «Me dijo que me pusiera el preservativo y paré en seco», había manifestado minutos antes el acusado. Ambos se conocieron a través de Telegram y concertaron una cita en casa de este hombre de 48 años.

Los hechos referidos se remontan a la mañana del 24 de marzo de 2022. Ambos coincidieron en que enlazaron varios días intercambiando mensajes por Telegram hasta que decidieron quedar en casa de Alfredo. Allí le esperó este último, quien le invitó a desayunar haciendo valer su experiencia en el sector de la hostelería. «Estuvimos en el sofá toquiteándonos y, cuando nos pusimos un punto calientes, nos fuimos a la cama. Me dijo que, sin preservativo, no. Paré, ella se puso nerviosa y se fue», reiteró Alfredo. «Fue un poquito y ya está (en relación a la penetración). Me dijo que me pusiera el preservativo y paré en seco», insistió.

Coincidió la joven en que ambos iban a «tener relaciones consentidas con la intención de hacerlo con protección», si bien todo se fue al traste cuando Alfredo decidió no proveerse de un preservativo para consumar el coito. «No habíamos iniciado aún las relaciones. No iba a usar protección y le dije varias veces que no iba a continuar», señaló la joven. «Me agarró por los brazos. Verbalmente no me contestó y, físicamente, me hizo un poco de daño», añadió.

Los profesionales del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) acreditaron que la joven sufre un trastorno esquizoafectivo y, aunque puede desembocar en episodios de «desconexión de la realidad», aclararon que no existían indicios de ello en los hechos juzgados. «Era un relato coherente en el que no había base para plantear que fueran alucinaciones. No hubo que interrumpir la entrevista y el relato fue cronológicamente ordenado y espontáneo», explicaron.

Mientras que la Fiscalía solicita que el encausado sea condenado a ocho años de cárcel como autor de un delito de agresión sexual, la acusación particular a cargo de Óscar Espinosa eleva la pena privativa de libertad hasta los diez años y la indemnización asciende a 2.000 y 6.000 euros, respectivamente. En paralelo, la defensa interesó la absolución de su representado.

El juicio fue suspendido tras la declaración de los peritos porque, de cara a la prueba documental, se solicitó un oficio a la mercantil Telegram para acceder a las conversaciones completas que mantuvieron entre ellos. Aunque el ministerio público y la acusación renunciaron a la prueba –«es un oficio que está destinado al fracaso», dijo la fiscal–, la defensa insistió en «hacer valer esa prueba» y así lo estimó oportuno el tribunal provincial, presidido por el magistrado José Ruiz Ramo. La vista se reanudará el 27 de noviembre.