Prisión para el joven que chocó con un coche policial en Sabiñánigo al darse a la fuga

El Juzgado de Instrucción número 2 de Jaca (Huesca) ha decretado prisión provisional para el joven que la madrugada del pasado 7 de enero en Sabiñánigo embistió un coche de la Guardia Civil cuando pretendía darle el alto por conducción temeraria.

Un conductor se da a la fuga y acaba chocando contra un coche patrulla en Sabiñánigo

Los hechos sucedieron a las 00.20 horas de la madrugada del día 7 cuando el Cuerpo Nacional de Policía de Huesca alertó a la Guardia Civil de la fuga de un turismo que, tras conducir de forma temeraria por la avenida Martínez de Velasco de la capital y haciendo caso omiso a los citados agentes de Policía Nacional, continuó su conducción a gran velocidad por la autovía A-23 en dirección a Francia.

Tras una persecución por la autovía, en la rotonda sur de Sabiñánigo, a unos 40 kilómetros de Huesca, efectivos del Destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Jaca y del Puesto de la Guardia Civil de Sabiñánigo interceptaron al vehículo fugado y le ordenaron el alto, pero el coche terminó colisionando frontalmente con el vehículo de la Guardia Civil.

En el vehículo fugado viajaban con el conductor, un varón de 21 años vecino de Huesca, otros dos jóvenes, de 20 y 17 años, que resultaron con heridas leves de las que fueron atendidos y dados de alta posteriormente en el Hospital San Jorge de Huesca.

También resultaron con heridas de distinta consideración los agentes, representados por Jorge Piedrafita, abogado de Independientes de la Guardia Civil (IGC), que explica este martes en un comunicado que, ante la envergadura de los hechos, la titular del Juzgado número dos de Jaca ha atendido su petición de prisión provisional.

Elevado riesgo de fuga

Según el abogado, la jueza ha entendido que existe "elevado riesgo de fuga" por la petición de condena por delitos de tentativa de homicidio, conducción temeraria, atentado contra agentes de la autoridad, resistencia, lesiones y daños que suman penas superiores a los 20 años de cárcel.

La acusación particular mantiene que está acreditado que el investigado conducía sin haber obtenido nunca el carné, que circulaba de forma temeraria con clara intención de embestir a los vehículos policiales para huir y que, tras conseguirlo, "golpeó violentamente a los agentes que tuvieron que reducirlo para poderlo detener, causando nuevamente lesiones a los agentes policiales".

Piedrafita asegura que la acusación "se mantendrá implacable y vigilante" durante la instrucción para lograr "las penas máximas" ante unos hechos graves que "podían haber acabado con la vida de tres servidores públicos y del resto de usuarios de la vía".

Desde IGC consideran que es una necesidad urgente que se que se articulen los mecanismos necesarios para que guardias civiles y policías nacionales sean reconocidos como profesión de riesgo y por ello piden a la administración que "materialice de una vez por todas dicho reconocimiento para sus propios funcionarios policiales".