Instituciones penitenciarias

Un preso de Zuera apalea al jefe de servicios que le requisó el móvil

Los sindicatos denuncian que es la segunda agresión de internos a funcionarios en los últimos cuatro días y reclaman más seguridad

Imagen de archivo de la cárcel de Zuera. | EL PERIÓDICO

Imagen de archivo de la cárcel de Zuera. | EL PERIÓDICO / L. C. L.

Laura Carnicero

Laura Carnicero

La semana ha dejado dos agresiones a funcionarios en la cárcel de Zuera. Los sindicatos denunciaron ayer que un interno agredió este jueves al jefe de servicios después de que este, tras un cacheo ordinario, le retirase el móvil que portaba, un objeto prohibido en prisión. Momentos más tarde del cacheo, el preso le propinó puñetazos, le agarró del cuello, le tiró al suelo y siguió pegándole patadas, tal y como denuncian desde la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip)- UGT. Además, el martes, denuncian, otro interno también agredió a otro trabajador de la prisión de Zuera. Una escalada de la conflictividad que, reclaman los funcionarios, no debe pasarse por alto.

«Llevamos tiempo denunciando que cada vez hay más agresiones y que ha aumentado la conflictividad, tanto entre los presos, como con los trabajadores de prisiones», manifestó Mariano Sanz, portavoz del sindicato Acaip-UGT, que pidió «soluciones» para mejorar las condiciones de seguridad , empezando por el tratamiento adecuado a los «internos malos». «Hay que ser conscientes de la realidad. Como en la vida, en la cárcel hay internos buenos e internos malos. Lo que pasó en Cataluña, cuando un interno asesinó a la cocinera de la prisión, puede pasar en cualquier cárcel de España. Y se tienen que utilizar las herramientas que tenemos para que eso no ocurra», reivindicó.

Después de las agresiones de esta semana en el centro penitenciario de Zuera, el jefe de servicios continúa de baja. Los hechos sucedieron este jueves, cuando el jefe de servicios realizó un cacheo rutinario el interno en cuestión. En dicha actuación, localizó un móvil, que es un objeto prohibido en prisión, y se lo quitó. «El ambiente se caldeó en prisión y, después, en el horario de la cena, el jefe de servicios se acercó al interno para tratar de tranquilizarle y (el preso) le empezó a propinar puñetazos, lo cogió del cuello y lo tiró al suelo, donde siguió golpeándole», explica Sanz.

El funcionario agredido continúa de baja y el interno fue trasladado a una zona de aislamiento.

Además, solo dos días antes, el martes, otro funcionario fue agredido en la misma prisión de Zuera y también tuvo que ser atendido por los sanitarios con contusiones y magulladuras. En el último mes y medio, desde febrero, la nómina de agresiones asciende a cinco en la prisión zaragozana. «Esto solo contando las agresiones físicas, porque las amenazas no las contamos», lamentó Sanz.