SUCESOS EN ARAGÓN

Los delitos sexuales se disparan y casi se duplican en los últimos cinco años

El tipo penal pasa de 288 casos en 2019 hasta los 448 registrados el año pasado, en parte debido a los efectos penológicos de la ‘ley del solo sí es sí’

Abdel Ali Guerch, condenado a ocho años de cárcel por violar a una joven en Zaragoza

Abdel Ali Guerch, condenado a ocho años de cárcel por violar a una joven en Zaragoza / Jaime Galindo

La comparativa anual de las últimas cinco años (2019-2023) deja un tipo penal que, en Aragón, se realza por encima del resto: los delitos contra la libertad e indemnidad sexual. Según los datos publicados por el Ministerio del Interior, estas infracciones se han disparado en la comunidad aragonesa al contabilizar 288 casos en 2019 que poco tienen que ver con los casi 500 (448) del año pasado a tenor de los episodios denunciados ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, entre ellos, la violación a una joven en los baños de una discoteca de Zaragoza. Son 69 ilícitos más que en 2022 (379) y 60 más en comparación con 2021 (388), lo que evidencia una tendencia al alza que, en 2023, ha permitido rebasar la barrera de las cuatro centenas.

Se trata de un incremento anual del 18,2% como consecuencia de los 88 episodios de agresiones sexuales con penetración y los otros 360 vinculados al resto de delitos contra la libertad sexual: acoso, exhibicionismo o provocación, corrupción de menores y prostitución o explotación. Especialmente reseñable es la comparativa con los registros de 2019 porque solo se refirieron 26 agresiones sexuales con penetración si se comparan con las 88 del último ejercicio. O lo que es lo mismo: más del triple.

Acoso sexual

Entre todos los subtipos penales que contemplan los delitos sexuales se ha colado una nueva tipología penal, el acoso sexual, con motivo de la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí. La nueva normativa castiga ahora a «quienes se dirijan a otra persona con expresiones, comportamientos o proposiciones de carácter sexual que creen a la víctima una situación objetivamente humillante, hostil o intimidatoria, sin llegar a constituir otros delitos de mayor gravedad». No en vano, algunos tribunales aragoneses ya han sentado jurisprudencia con respecto a algunos de estos tipos de comportamientos, tal y como sucedió entre diciembre de 2022 y junio de 2023 en un autobús de la línea Huesca-Binéfar. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Huesca condenó a K. B. (Argelia, 1996) por insinuarse sexualmente a una pasajera al lanzarle besos reiteradamente, mirarle insistentemente durante los trayectos e incluso intentar sentarse a su lado para finalmente abalanzarse sobre ella.

La recopilación de episodios como este último por parte del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil se traduce en un aumento de los procedimientos jurídicos vinculados a este tipo penal. No en vano, buena parte de los juicios señalados en la Audiencia Provincial de Zaragoza se corresponden a causas de abusos o agresiones sexuales que, en los corrillos, ya dejan comentarios sobre el incremento exponencial de los delitos sexuales.

En septiembre, por ejemplo, la Sección Sexta condenó a Jesús Alfonso Giménez Oliver (España, 1965) a 14 años de cárcel por urdir una trama de corrupción de menores y violaciones en la localidad zaragozana de Quinto que tuvo como víctima a una joven con una discapacidad mental del 46%. En noviembre, la Sección Tercera condenó a Juan Manuel Royo López (Nicaragua, 2003) a cinco años de cárcel por violar a una joven a la que empujó contra unos matorrales en el parque de La Aljafería de Zaragoza. Y, de cara a las estadísticas de 2024, la Sección Primera condenó a Abdel Ali Guerch (Marruecos, 1996) a ocho años de cárcel por violar a una chica a la que había conocido de fiesta.

Más allá de las salas de vistas, los funcionarios policiales también han tramitado otras tantas denuncias, tal y como sucedió en marzo de 2023 cuando una joven denunció a F. A. H. R. (República Dominicana, 1986) por, supuestamente, robarle el móvil para luego violarle en los baños de Canterbury Salamero. 

Suscríbete para seguir leyendo