SUCESOS EN ARAGÓN

Una mujer acusa a su pareja de forzarle a tener relaciones sexuales en Zaragoza

La víctima declara que la mayoría de las ocasiones que practicaron sexo habían sido forzadas y no consentidas, pero que no denunció antes "por medio"

Tanto el ministerio fiscal como la acusación particular solicitan once años de cárcel por un delito de agresión sexual y otro de malos tratos

El juicio se celebró ayer ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza.

El juicio se celebró ayer ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza. / ÁNGEL DE CASTRO

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza juzgó ayer a B. F. M. P. (Ecuador, 1989) como presunto autor de un delito de agresión sexual por, supuestamente, forzar a su pareja a mantener relaciones sexuales sin preservativo. La mujer explicó al tribunal provincial, presidido por el magistrado Alfonso Ballestín, que la mayoría de las relaciones que ambos mantuvieron durante el tiempo que fueron pareja habían sido forzadas o no consentidas, aunque, por «miedo», no las había denunciado hasta que así lo hizo el 10 de octubre de 2022. Entonces refirió a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que el procesado se había abalanzado sobre ella al mismo tiempo que le agarraba de los antebrazos para penetrarla vaginalmente.

Los hechos referidos se remontan a la madrugada del 10 de octubre de 2022. De acuerdo al escrito de acusación de la Fiscalía, B. F. M. P. durmió en el sofá y, cuando despertó, se acercó al dormitorio donde descansaba la mujer. «La cogió por el cuello mientras le propinaba bofetadas en la cara, la tiró al suelo y se puso encima de ella dándole bofetadas mientras ella le decía ‘amor, por favor, no lo hagas’, logrando que el procesado se tranquilizase», sostiene el ministerio fiscal. Sin embargo, «al cabo de un rato», el acusado despertó y fue entonces cuando la mujer refiere que le agredió sexualmente. Tampoco pudo aportar mucho más detalles sobre lo sucedido al señalar a la sala que los recuerdos eran difusos.

Por todo ello, tanto el ministerio público como la acusación particular a cargo del abogado Julián Guillén Cabezudo solicitan una condena de diez años de cárcel por un primer delito de agresión sexual y otro año de prisión por un segundo delito de malos tratos en el ámbito de la violencia de género. La defensa ejercida por Alejandro Sarasa, por su parte, interesó la absolución de su representado.

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