Juzgarán por tentativa de homicidio al ‘Andaluz’ tras casi matar a su tío en Zaragoza

Un neumotórax derivado de la fractura de varias costillas y un traumatismo craneal con edema cerebral. Este fue el parte de lesiones con el que el pasado 5 de febrero llegó un zaragozano de 57 años al hospital Universitario Miguel Servet como consecuencia de la paliza que supuestamente le propinó su sobrino –Vicente Fontecha Pavón (España, 1977), alias el Andaluz– tras atrincherarse con él en el interior del domicilio donde ambos residen en la calle Pablo Parellada. Con todo ello, el juez titular Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza ha acordado ahora el procesamiento del Andaluz como presunto autor de un primer delito de homicidio en grado de tentativa, un segundo delito de detención ilegal y un tercero de resistencia a agentes de la autoridad.

El citado auto también recoge la prórroga de la prisión provisional comunicada y sin fianza en el centro penitenciario de Zuera, donde ingresó el 8 de febrero. Para entonces, ya sumaba un año en libertad al abandonar el 16 de diciembre de 2022 la cárcel de la localidad valenciana de Picassent. Allí cumplía una condena de cinco años y medio de cárcel como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa por acuchillar en el plumón en 2017 a un viejo conocido con el que mantenía viejas rencillas.

Desde que el Andaluz abandonó la vida entre rejas, el Cuerpo Nacional de Policía le había detenido en cuatro veces como presunto autor de sendos delitos de resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad, amenazas, atentado y lesiones. El 1 de abril de 2023 fue detenido por insultar a unos agentes que estaban llevando a cabo una inspección en un bar y que se saldó con la incautación de varias sustancias estupefacientes que encontraron entre sus pertenencias.

Solo tres meses más tarde, volvió a las andadas al participar en una pelea en la avenida América. En esta ocasión explicó a los agentes que dos jóvenes le habían intentado robar el móvil, por lo que decidió amenazarles con un cuchillo que fue localizado entre sus prendas de ropa. «Os voy a matar. Vivo en la cárcel y dos moros no me van a tocar los cojones», espetó.

El 3 de noviembre fue detenido nuevamente por increpar a una dotación de Bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza que sofocaba un incendio en la avenida Santa Isabel. Y, vísperas de Nochevieja, volvió a dormir en los calabozos por participar en una pelea en un bar de la avenida América. Junto a dos amigos, agredieron a un cuarto, que sufrió una lluvia de botellas y vasos del establecimiento.

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