SUCESOS EN ARAGÓN

Dos detenidos por robar 21.000 euros a ancianos en Zaragoza

Las víctimas, generalmente personas mayores, son abordadas por mujeres que de forma efusiva les saludan mediante abrazos, aprovechando el momento para sustraer sus efectos de valor

Los dos detenidos, custodiados por la Policía Nacional.

Los dos detenidos, custodiados por la Policía Nacional. / POLICÍA NACIONAL

El Periódico de Aragón

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Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón detuvieron el pasado día 21 de mayo a un hombre de 37 y a una mujer de 31 años de edad como presuntos responsables de un varios delitos de hurto.

Agentes del Grupo de Delincuencia Itinerante de esta Jefatura detectaron la comisión de varios ilícitos contra el patrimonio en la ciudad de Zaragoza en los últimos meses, siempre con el mismo modus operandi y llevados a cabo, en la mayoría de los casos, por una mujer joven quien sirviéndose del contacto físico sustraía joyas y dinero a sus víctimas, personas de avanzada edad a las que abordaba en la calle o en sus domicilios.

Tras analizar las denuncias presentadas por las víctimas, los agentes descubrieron que la pareja siempre actuaba de la misma manera. Seleccionaban a sus víctimas en zonas concurridas por personas mayores, como parques y zonas peatonales. A continuación, entablaban conversaciones para obtener información relevante, como domicilios y detalles personales.

El contacto físico directo, bajo la excusa de afectividad, les permitía sustraer efectos de los bolsillos y joyas del resto del cuerpo de las víctimas. Además, solicitaban números de teléfono y planteaban proposiciones para acceder a los inmuebles y robar objetos de mayor valor, principalmente dinero y joyas.

El total de lo sustraído por estos amigos de lo ajeno asciende a 21.360 euros. Los dos detenidos ya suman más de una decena de antecedentes por hechos similares y no se descarta que pueda haber más víctimas con esta modalidad delictiva.

Modus operandi

En este tipo de hurto, los autores suelen ser mujeres jóvenes de origen mayoritariamente de Europa del este, que actúan solas, en parejas o tríos, y que cuentan con el apoyo de hombres que suelen esperarlas en las inmediaciones de donde sucede el hecho con vehículos para emprender la huida.

Generalmente se trata de grupos organizados itinerantes, que operan a lo largo del territorio nacional, por lo que las denuncias se concentran en días concretos, para posteriormente cambiar de localidad, lo que dificulta sustancialmente la investigación de estos delitos.

Como señal de agradecimiento o abusando de confianza, tocan o abrazan a su víctima, sin que ésta se dé cuenta que en el momento del abrazo le está sustrayendo relojes, cadenas, y otras joyas de valor, tanto económico como sentimental.