La Feria de Artes y Oficios Tradicionales se ha despedido este domingo dejando muy buen sabor de boca. Más de 9.000 personas han pasado por el parque de la Azucarera para disfrutar de este mercado artesanal en el que, además de comprar, han podido ver in situ cómo trabajan diferentes profesionales artesanales. Además, desde el sábado Arteria Medieval reúne medio centenar de obras de arte sacro en diferentes rincones de la ciudad, que se podrán contemplar hasta final de mes, siendo las visitas guiadas a la Catedral uno de los grandes atractivos, que durante el fin de semana ha contado con muy buena respuesta.

El parque de la Azucarera acogía la Feria de Artes y Oficios Tradicionales, en la que creaciones de cuero y plata, juguetes de madera, artículos de boj… compartían espacio con chocolates, quesos, mermeladas, foie, embutidos y otras delicias, todo con el sello artesanal, en los 23 puestos de venta participantes. Cumpliendo todas las medidas sanitarias y evitando aglomeraciones, sin sobrepasar en ningún momento el máximo de 900 personas permitido, los asistentes, algunos de ellos ataviados con sus ropas medievales, han disfrutado de las demostraciones en las que expertos artesanos han tallado piedra, han realizado pirograbados, han mostrado sus dotes caligráficas o han cocinado siguiendo las costumbres medievales.

El concejal de Ferias, Miguel Hernández, se muestra muy satisfecho “porque se ha notado que la gente tenía ganas de salir, de disfrutar de una feria como esta. El tiempo nos ha acompañado durante todo el fin de semana y eso también ha animado a los montisonenses y visitantes. No ha habido aglomeraciones pero sí un flujo continuo, lo que permitía pararte en cada puesto con tranquilidad sin sentir agobios”, asegura.

Hernández considera que este certamen marca un punto de inflexión, “nos demuestra que podemos retomar nuestro calendario ferial, siempre adaptado a las circunstancias sanitarias, pero volviendo a recuperar algunos de los eventos que más interés despiertan y que tienen una importante repercusión en el comercio y la hostelería de la ciudad”, y recuerda que “aunque el mercado medieval se haya despedido, tenemos todo el mes por delante para pasear por la ribera del río Sosa y acercarnos a la Catedral para contemplar las obras de arte sacro que componen Arteria Medieval, con verdaderas joyas cedidas por el Museo Diocesano Barbastro-Monzón, así como para volver a las ferietas, que también estarán hasta finales de junio junto a la nave de la Azucarera”.

No han querido perderse esta cita ni Guillem de Mont-rodón ni Jaime I, que ha paseado por la feria acompañado de su primo Ramón de Berenguer, ni algunos de los grupos participantes en el Homenaje a Guillem de Mont-rodón. Allí se han encontrado a decenas de personas ataviadas con sus galas medievales, que han sido obsequiadas con un vellón. A lo largo del fin de semana se han repartido más de 200 reproducciones de este privilegio concedido por el rey Pedro I a la Ceca de Monzón.