Vera de Moncayo ha recuperado a su virgen después 92 años de que saliera de este municipio de la comarca de Tarazona y Moncayo. Estaba en el seminario, pero el alcalde de este municipio de 360 habitantes y el párroco habían solicitado por carta al obispo de Tarazona su devolución con motivo de 750 aniversario de su iglesia. Fue concedida la petición y muchos vereños no pudieron evitar emocionarse. Algunos nunca la habían visto.

La llegada de la virgen tuvo lugar al finalizar la eucaristía presidida por el obispo de Tarazona, Eusebio Hernández Sola, y concelebrada por el párroco, José Luis Sofín. El prelado hizo que se leyera la carta en la que el alcalde y él solicitaban la vuelta a la iglesia de la virgen que había estado allí hasta 1929 y que se encontraba en el seminario. Tras la lectura, Eusebio anunció que accedía a la petición y que la talla mariana volvía ese día a Vera. Y así fue. Mientras, la Coral Turiasonense cantaba el himno a la Virgen de Veruela, hacía entrada la imagen de entre la sorpresa general de los asistentes.

Fue el broche final a un aniversario que ha llenado de actos a la localidad moncaína durante el mes de agosto y en el que sus vecinos se han implicado de una manera muy destacada.

Jesús Criado, quien en una de las charlas organizadas dentro de los actos programados por este aniversario se refirió a esta imagen, explicó la importancia que tiene pues fue uno de los pocos elementos que se salvaron del retablo original tras la Desamortización. Tras las palabras del historiador, el obispo, el alcalde de Vera y el párroco firmaron el documento por el cual el Obispado cede en depósito la imagen.

El obispo destacó en su homilía la implicación de los vecinos en la organización de esta celebración y se dirigió a los miembros de la Cofradía de la Sangre de Cristo -a los que se les rindió un homenaje con una entrega de diplomas-, a quién les instó a que están atentos a las necesidades del prójimo y les pidió que sean misioneros siendo transmisores del Evangelio a los demás.