La plataforma contraria a las obras de modernización del regadío de Bardenas, compuesta por los miembros de la Comunidad de Regantes número V, llevó a ayer sus reivindicaciones a Ejea de los Caballeros, donde mantuvieron una asamblea para informar del coste "inasumible" que tendrá pasar del riego a manta al riego por goteo o aspersión y la nivelación de las parcelas. Su objetivo es que esa transformación de la agricultura comarcal no sea obligatoria sino optativa.

El proyecto, que representa una inversión de 114 millones de euros, fue presentado en marzo del año pasado, pero muchas de las cerca de 400 familias con propiedades en la zona número V consideran que no podrán abonar los gastos que conlleva el ambicioso plan.

"Estamos en contra de la modernización por los gastos que supone", manifestó ayer uno de los miembros de la plataforma presentes en la asamblea. "Es algo totalmente inasumible", subrayó.

"Si sigue, nos pasaremos al secano"

De llevarse a cabo, explicó, supondrá que cada propietario tendrá que abonar 150 euros anuales por hectárea durante 25 años. "En el caso de mi familia eso significa gastar en torno a 70.000 euros por llevar los hidrantes a los campos", añadió.

Esa cantidad, precisó, no incluye las obras de nivelación y acondicionamiento de los terrenos que será necesario llevar a cabo para adaptarlos a los nuevos sistemas de riego. "El lote saldrá a 3.000 euros, más gastos, a lo que hay que añadir 5.000 euros por las obras", prosiguió el miembro de la plataforma.

La transformación salió aprobada porque los favorables a esta inversión "suman más hectáreas", manifestó la misma fuente. Pero esa mayoría, afirmó, no puede ocultar que numerosas familias que tiene menos tierra se van a ver perjudicadas.

"Si esto sigue adelante, no regaremos, dejaremos los campos para cultivos de secano", recalcó el agricultor cincovillés, que reconoció que "hay gente a favor". "Por eso pedimos que no sea obligatorio", insistió.

Los perjudicados más numerosos se concentran en Pinsoro, un pueblo de colonización nacido al calor de la puesta en marcha del embalse de Yesa. Pero en Ejea y en pedanías como Santa Anastasia hay también numerosos pequeños agricultores que se ven afectados.