El 8 de agosto de 2010 la Colegiata de Santa María cerró sus puertas y hoy se han abierto de nuevo. Calatayud vive un día histórico y los bilbilitanos recuperan su querida colegiata. Un templo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por su torre, su ábside y su claustro.

Han sido doce años de intervenciones y más de cuatro millones de euros de inversión. Primero para hacer frente a los problemas estructurales y más tarde, para acometer una rehabilitación integral, que devolviera a la iglesia su aspecto original: una elegante recuperación de la luz natural que ha hecho posible el proyecto del arquitecto director, Fernando Alegre.

El acto de inauguración que se celebró este lunes y contó con más de 200 invitados, entre los que se han encontrado autoridades y una representación de la sociedad civil bilbilitana. El secretario general de Agenda Urbana y Vivienda del Ministerio de Transportes, David Lucas; la delegada de Gobierno en Aragón, Rosa María Serrano; el presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada; el vicepresidente segundo de las Cortes de Aragón, Ramiro Domínguez; el presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero; la directora general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, María Sancho; la directora general de Turismo del Gobierno de Aragón, Gloria Pérez, entre otras autoridades nacionales, autonómicas, provinciales y locales estuvieron presentes en la reapertura de Santa María. El alcalde, José Manuel Aranda, les dio la bienvenida, destacando que «durante una década hemos llamado a las puertas de muchas instituciones y gracias al esfuerzo conjunto hemos logrado llevar a buen puerto esta rehabilitación». 

El Gobierno de Aragón actuó de emergencia en 2011 en el arco toral, la cimentación de columnas y la consolidación de la cúpula, unas obras que evitaron el colapso del inmueble. Más adelante fue el Instituto de Patrimonio Cultural de España quien invirtió 350.000 euros para la restauración de la sacristía y el ábside.

Pero el impulso definitivo para Santa María llegó en 2016 con la firma de un protocolo general entre el Ministerio de Fomento, Ayuntamiento de Calatayud y Diócesis de Tarazona tras la visita de Mario Cortés, subsecretario de Estado de Fomento. En ese momento se planifica la rehabilitación integral para hacer posible la apertura de la iglesia. En una primera fase se actuó en la cúpula (321.000 euros) y más adelante se invirtieron 2,3 millones de euros en «la parte más visible»: la restauración de las bóvedas interiores, la recuperación de cromatismos del siglo XVIII, la apertura de ventanas, el cosido de grietas, etc. Uno de los objetivos del arquitecto ha sido «recuperar el aspecto original de Santa María, que en su origen era un templo lleno de luz».

Este domingo se celebra una misa multitudinaria abierta al público en general que será retransmitida en directo a nivel nacional a través de 13TV y el día 20 dará inicio el programa de visitas guiadas.