Jaca y Canfranc incentivan la oferta de vivienda para asentar población

Hacer frente a un alquiler de 700 u 800 euros por 50 metros cuadrados se hace difícil para muchas personas que se plantean pasar la temporada de invierno trabajando en las pistas de esquí o en los hoteles de la zona del Pirineo. 

La escasez de viviendas es un problema habitual en muchos de los municipios más turísticos de la zona pirenaica aragonesa. La falta de oferta asequible, el incremento de inmuebles vacíos y la proliferación de viviendas de uso turístico dificultan la llegada y el asentamiento de nuevos pobladores.

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Para paliar esta situación, en Jaca están intentando dar facilidades a los promotores que desean construir nuevos edificios residenciales en el municipio. Recientemente, la localidad puso en marcha un plan de edificación para renovar cuatro edificios del perímetro de la plaza Mayor, así como del casco antiguo.

Concretamente, en la avenida del Primer Viernes de Mayo, la plaza Marqués de la Cadena y la calle Zocotín. «Estamos contentos porque han entrado varias promotoras en Jaca y estamos trabajando porque todavía hay una falta de vivienda asequible», explica a este diario Carlos Serrano, alcalde de Jaca.

Ya hace un tiempo modificaron el Plan de Ordenación Urbana para limitar de alguna forma la proliferación de viviendas de uso turístico. Desde el municipio quieren incentivar, además, la creación un plan de vivienda con el Gobierno de Aragón para construir viviendas de protección oficial, así como la posibilidad de crear una bolsa municipal de domicilios.

Una idea que desde el Ayuntamiento de Canfranc ya han puesto en marcha. El consistorio ha creado una bolsa de alquiler de viviendas con el objetivo de mitigar algunos inconvenientes a la hora de encontrar piso como la escasez de oferta de inmuebles y el elevado coste de los mismos.

Los propietarios e inquilinos que participen en esta bolsa tendrán numerosas ventajas y beneficios. El consistorio se encargará de la gestión del contrato de alquiler, así como de la fianza, donde además elaborarán un estudio de viabilidad económica para garantizar el pago del alquiler por parte del inquilino y donde se añadirá un seguro de impagos. También gestionarán y abonarán el Certificado de Eficiencia Energética en el caso de aquellas casas que no lo posean.

Para regular estos puntos desde el Ayuntamiento han elaborado un reglamento para gestionar la bolsa municipal de alquileres. Uno de los puntos establece la limitación de precio a 410 euros para los apartamentos con menos de 55 metros cuadrados.

Para poder formar parte de la iniciativa, las residencias deberán cumplir unas condiciones mínimas de habitabilidad: Cocina en uso con fuente de alimentación eléctrica o cualquier tipo de gas; sistema de agua caliente en funcionamiento que dé servicio al cuarto de baño y cocina; cuarto de baño con ducha o bañera y disponer de las instalaciones mínimas necesarias asociadas a los suministros de agua y energía.

Actualmente, ya hay siete inmuebles que se han adherido al programa y esperan que sean muchos más. «Queremos intentar derivar todas las viviendas vacías para que la gente tenga opción a poder estar alquilada durante un período de larga duración», asegura Fernando Sánchez, alcalde de Canfranc. El primer edil cree que un parque de vivienda con un precio de salida de 700 euros es «desproporcionado. Hay muchas personas que viene a trabajar al hotel y no encuentran un lugar para quedarse», afirma Sánchez.

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Asimismo, el ayuntamiento pretende incentivar la ampliación de esta bolsa de alquiler a través de la limitación de las viviendas de uso turístico que se han incrementado considerablemente en los últimos años. «Ahora mismo hay un total de 70 viviendas de alquiler turístico y no se van a permitir que haya muchas más porque se están llevando una parte importante del mercado», asegura el edil. Quien también hace un llamamiento al Gobierno de Aragón para que se cree más vivienda pública en suelos municipales.