Daniel Mason y su primera novela, El afinador de pianos , llegan a las librerías españolas con una buena tarjeta de presentación: 200.000 ejemplares vendidos en Estados Unidos desde el pasado septiembre, número uno en ventas en Londres en la primera semana de salir al mercado y derechos vendidos ya en 18 países. Mason (Palo Alto, EEUU, 1976) parece el primer sorprendido por el éxito y no tuvo el menor reparo en confesar en la presentación en Barcelona que la escritura del libro comenzó como una forma de distraerse mientras realizaba sus estudios de medicina.

El afinador de pianos (Salamandra) es una obra escrita por un hombre habituado desde pequeño a viajar con los ojos muy abiertos, pero no es un libro de viajes. El autor, en un español más que aceptable, declaró que la novela trata de la adaptación a un entorno que no es el propio y de cómo la música, incluso en ambiente hostil, puede ser un elemento integrador.

APACIGUAR A NATIVOS

La novela de Mason es la historia de un afinador de pianos que en 1886 es enviado por el Gobierno británico a los estados Xan, en Birmania, donde un comandante médico utiliza un piano de cola Erard para apaciguar a los nativos. El origen de la novela está en la estancia de Mason durante un año en Tailandia, junto a la frontera birmana, para estudiar diversos casos de malaria. El resto han sido las imágenes que quedaron fijadas en la memoria y las sensaciones que el autor trasladó a un papel para salvarlas del olvido.

Mason escogió el piano como eje de su narración por considerarlo un símbolo del colonialismo, "impuesto por el Ejército para controlar a los nativos", pero, en última instancia, la música no quedó vinculada a la guerra. La época elegida, finales del siglo XIX, es también la más apropiada para mostrar el conflicto de culturas y la prepotencia occidental. El autor quiere creer que la música puede cambiar el mundo, pero está convencido de que en la situación actual ese deseo es una pura utopía. La conclusión es clara: "Desde el punto de vista político, el libro es pesimista", asegura el escritor norteamericano.

Dice ser consciente de que a medida que escribía surgían lejanas referencias al mítico El corazón de las tinieblas , relato que Joseph Conrad escribió en 1902, aunque dice que la obra que más le ha influido ha sido La odisea, de Homero. Mason mantiene la gimnasia intelectual que tan bien le ha funcionado hasta ahora y alterna sus estudios de medicina en California con la redacción de una segunda novela. Brasil será esta vez el escenario.