La Biblioteca Ambulante de Artes, Oficios y Agricultura fundada en 1905 como una obra asistencial de la Caja Inmaculada (CAI) por impulso de Mariano de Pano y Ruata, es la primera que existió en Zaragoza. Tenía una sede fija en la calle Espoz y Mina y se la llamó ambulante porque dejaba que los lectores se llevaran prestados los libros a casa. Creada con un capital de 2.000 pesetas, tenía 1.400 libros (de los que 900 venían de colecciones privadas) y un salón de lectura con 30 sillas.

Lo recordó ayer el presidente de la CAI, Fernando Gil, al inaugurar en la calle Capitán Portolés, número 12, la nueva sede de esa misma biblioteca, rebautizada desde 1953 con el nombre de su promotor y trasladada, por haberse quedado de nuevo pequeña, desde el segundo emplazamiento, en la calle Pedro Joaquín Soler, que ocupaba desde 1970.

Con una inversión ahora de tres millones de euros (500 millones de pesetas) la Biblioteca Mariano de Pano arranca en su tercera fase con una capacidad para 170 personas, tiene 1.300 metros cuadrados en dos plantas y con un fondo bibliográfico de 26.700 volúmenes.

Una sección de libros antiguos está compuesta de 260 obras que abarcan cronológicamente desde el año 1575 hasta el año 1800, con materias fundamentalmente sobre Religión, Historia y Derecho. Otra sección sobre Aragón, integrada por 3.250 títulos, cuenta además con las 2.800 obras que forman la colección Pons, adquirida por la CAI en 1991.

Dentro de esta colección destaca la amplia bibliografía sobre Goya y su sección de libros antiguos consta de 60 títulos entre los que destaca Anales de Jerónimo Zurita, que data de 1585. La colección se compone además de unos 3.000 folletos antiguos sobre temas festivos, religiosos, políticos y artísticos. La sección de prensa cuenta con diarios aragoneses y nacionales, así como con revistas de información general y especializadas y boletines oficiales. La sección de referencia está formada por enciclopedias, diccionarios, anuarios y repertorios legislativos.

La biblioteca tiene una zona general de lectura, otra para leer la prensa y una sala de nuevas tecnologías, que dispone de 20 ordenadores con accesos a banda ancha a internet de forma gratuita, así como servicio de reprografía. El sistema ofrece un completo paquete ofimático y una aplicación de filtrado de contenidos que impide el acceso a páginas ilegales. El tiempo de uso se limita a una hora.

Esta zona se encuentra aislada acústicamente del resto de las secciones de biblioteca mediante un tabique especial de vidrio. Los puestos cuentan con entrada y salida de audio para auriculares y conexiones USB que permiten la interconexión de equipos portátiles y periféricos.

El presidente de la entidad, Fernando Gil señaló que "para entender lo aragonés hay que conocer a sus gentes, grandes y humildes, porque entre todos hemos hecho la historia". Y celebró que la CAI haya seguido "coherente con la vocación de servicio con la que nació" desde aquella Acción Social Católica de la que surgió de la mano de Pano y Ruata.

El consejero de Economía, Eduardo Bandrés, destacó la responsabilidad social de las cajas de ahorro desde su fundación, que las convierte en raras aves en la que los accionistas son los ciudadanos y no se reparten dividendos. El delegado del Gobierno, Eduardo Ameijide, se mostró satisfecho por la actualización de espacios culturales al servicio de la sociedad aragonesa.