Nelson Freirey el espíritu romántico

INTERPRETE: Nelson Freire (piano)

OBRAS: Chopin y otros

LUGAR: Sala Mozart del Auditorio

FECHA: Miércoles, 21 de abril

ASISTENCIA: Media entrada

Aunque su fama se reduzca más bien al mundillo de los conocedores, Nelson Freire es un pianista de primerísima fila que constituye uno de los platos fuertes de esta edición del Ciclo de Grandes Solistas. Así lo demostró, con singular contundencia, en su concierto de anteayer, un magnífico recital de hora y poco, ante un público algo escaso (este ciclo no consigue atraer las masas de otras propuestas del Auditorio) pero entregado.

El brasileño combina un virtuosismo espectacular con una visión musical de apariencia intuitiva. Sus exposiciones nadan en la sencillez narrativa: las distintas partes están en su sitio y no se busca la novedad per sé ; la extravagancia ni se huele. Así surgió la Sonata 26 de Beethoven, presentada con claridad y brillantez, especialmente en el vertigionoso final, donde la alegría que refleja El regreso fue casi un desparrame.

Si Beethoven convenció, la Fantasía en Do mayor de Schumann fue magistral. En el apasionado movimiento inicial, en el juguetón centro de la pieza (con sus terriblemente arriesgados saltos por todo el teclado) y en el contenido final, Freire extrajo a la perfección los tres humores de una música de intenso romanticismo que exige mucha soltura técnica, saber dosificar las libertades de tiempo y, ante todo, capacidad de hacer cantar al teclado. Pues bueno, Freire lo hace todo ello sin tacha posible.

El más difícil todavía lo constituyeron los Veinticuatro preludios de Chopin, una peculiar colección de piezas brevísimas, que van desde fugaces destellos a simples trazos melódicos, cambiando continuamente de atmósfera e intención poética. El descanso central de La gota de agua (tocado sin la más mínima cursilería) o el arrebatado y casi indignado Preludio en re , que cierra la serie, fueron botones de muestra de una lectura espectacular donde las haya.