La voz de oro y el cantor venenoso

FESTIVAL Pirineos Sur

LOCAL Auditorio Natural de Lanuza

FECHA jueves, 28 de julio

ASISTENCIA 200 espectadores

POR JAVIER LOSILLA

Siempre he sostenido que la voz hermosa de Lourdes Hernández (Russian Red, o sea) se sitúa en la tesitura de la de Miss Lily Banquette, de Combustible Edison, y bordaría piezas ajenas como My Secret Love, que en la película Grace Of My Heart, canta la mencionada Banquette. Probablemente Russian Red no comparte mi entusiasmo por esa canción, y prefiere recrear cosas como Johnny & Mary, de Robert Palmer, y All My Little Words (en castellano), de Magnetic Fiels. Esas canciones, más Loving Strangers, de la banda sonora de Habitación en Roma; Letters, una composición reciente, canciones de Fuerteventura, su nuevo álbum, y alguna de I Love Your Glasses, su primer disco, configuraron el programa de Russian Red, en una noche cálida de temperatura y musicalmente atractiva.

Lourdes, cuya presencia y resolución escénicas han ganado muchos enteros en los últimos tiempos, se presentó acompañada por una solventísima banda y ofreció una actuación muy convincente, pese a que aún debe de romper cierta inercia vocal. Una banda precisa que aporta, además, una serie de detalles de la mejor historia del rock y del pop. Existe por parte de la crítica una cierta animadversión a la propuesta de Russian Red. Pero es justo reconocer su valía y la devoción que le profesa el público. Y el morbo que provoca desde que confesó ser una chica de derechas.

La segunda parte de la noche fue para el estimulante Kiko Veneno, quien facturó un concierto irregular en su primera mitad, e incontestablemente excitante en sus segunda, con piezas como Dice la gente, Veneno, Los delincuentes, Joselito, Mosquito Suicida, La rama de Barcelona, Volando voy, Satisfacción... Viejas y nuevas canciones para quien mete a Dylan en cintura rumbera.