«Conocer la memoria evita que los pueblos repitan la historia», aseguró el periodista Gervasio Sánchez en la presentación teatral de Vidas enterradas, que se representará jueves y el viernes en el Teatro de las Esquinas. Tras dos temporadas en A vivir que son dos días de la cadena Ser, el serial radiofónico saltará a los escenarios con el objetivo de rescatar la vida y muerte de miles de personas asesinadas durante la guerra civil y el franquismo.

En la presentación, además de Sánchez han estado presentes Mariano Llorente, de Micomicón; Jesús Peña, de Teatro Corsario; Carlos Martín, de Teatro del Temple; y Santiago Sánchez, director de la compañía teatral L’ Om Imprebís, quien ha explicado cómo surgió la idea de llevar esta realidad a escena «después de escuchar el serial radiofónico como un documental rodeado historias que se cuentan en voz muy queda».

Fue a partir de estas historias cuando las cuatro compañías unieron sus fuerzas para proponer a un grupo de autores crear una serie de seis monólogos cuyo núcleo es la historia de las víctimas, sus familiares y las personas comprometidas en su búsqueda. «El primer texto fue de Juan José Millás, luego se fueron sumando actores de nuestro teatro español hasta dar luz a los seis monólogos que en la actualidad forman el núcleo de la historia», aclaró Santiago Sánchez. Los textos los firman, además de Millás, Mafalda Bellido, Juan Mayorga, Alfonso Plou, Laila Ripoll y Pepe Viyuela. Por su parte, Jesús Peña, ha destacado la fórmula que prevalece en este proyecto: «Hemos encontrado unas historias y hemos realizado monólogos sin conexión. Unos directores no sabemos lo que han hecho otros directores, los autores no saben lo que han hecho otros autores, los actores tampoco saben lo que han hecho otros actores. No deja de ser particular el hecho de que vamos a juntarnos para poner en común diferentes historias con diferentes características pero unidas por un mismo nexo».

DAR DIGNIDAD A LAS VÍCTIMAS / El objetivo de la obra, reconoció Jesús Peña, es continuar dignificando a las víctimas y mostrar su apoyo a los familiares: «Aquí a todos nos une un interés por reivindicar el esfuerzo de las familias y darles aliento, al tiempo que se dignifica a sus antepasados». Así, a través del teatro se intentan llevar a escena historias como la de Primitivo Florián o Timoteo Mendieta, fusilado cuando su hija Ascensión tenía 13 años y cuya recuperación generó un gran impacto mediático. Tras años de búsqueda, la recién fallecida Ascensión Mendieta será enterrada en la misma tumba que su padre. Mariano Anós, Luis Miguel García, Carles Montoliu, María José Moreno, Mateo Rubistein y Pilar San José son los encargados de encarnar a los personajes reales.

El espectáculo está pensado para representarse en lugares no convencionales y ante públicos reducidos, con el fin de crear una relación de «cercanía entre actores y espectadores», señaló el zaragozano Carlos Martín, quién también ha dicho que aunque «los textos podían producir congoja, dspués se sentirán muy unidos a los seres humanos».

Durante dos días y cuatro funciones (20.30 y 21.30) los espectadores serán testigo de la historia de algunos de los asesinados durante la guerra civil y la dictadura. Sin embargo, Gervasio Sánchez ha reconocido la necesidad de continuar con el proyecto una vez que se echase el telón: «Tenemos una necesidad histórica de recordar el pasado para evitar cometer los mismos errores en el futuro. Nuestra idea es llevar esta representación a institutos, universidades… para que los más jóvenes sean conscientes de esta realidad. Hasta ahora se han sacado cerca de nueve mil personas enterradas en fosas. La idea es que este proyecto integre nuevos testimonios que permitan que más cuerpos sean devueltos a sus familias». Así, se espera que este proyecto, según avance su recorrido escénico, dé voz a los silenciados por el franquismo.